Para una familia tener un hijo o hija diagnosticado con una enfermedad compleja, representa sin duda un duro golpe emocional. Y si a esto se le suma la preocupación que conlleva vivir en el interior del país, con escasos recursos para atender al paciente, el contexto se hace aún más difícil de sobrellevar. 

Así, de acuerdo con el Ministerio de Salud, en nuestro país al menos uno de cada cinco niños que viajan de provincia a la capital para recibir tratamiento médico, lo abandonan por falta de un lugar para hospedarse. 

Solo al mes, cerca de 900 familias con casos de cáncer infantil deben trasladarse desde diversas regiones y, teniendo en cuenta que la capacidad general de acogida de los albergues disponibles en Lima es de 321 personas, que equivalen a 160 familias, ésta resulta ser deficiente.

Para contribuir a resolver esta problemática, la Asociación Casa Ronald McDonald del Perú trabaja en colaboración con hospitales públicos, como el Hospital Rebagliati de Essalud y el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja. “Nuestro objetivo es brindar un hogar, seguro, alimentación y cuidado a las familias alojadas, asegurando la continuidad del tratamiento médico de los niños, niñas y adolescentes. Por ello, resulta muy importante la colaboración de las organizaciones y personas en general”, comentó Jonathan Rossi. Director Ejecutivo de la Casa Ronald McDonald Perú. 

Desde su fundación en 2012, la “Casa Ronald” ha logrado ayudar a 48,729 personas, entre ellas, Anita y su papá. “Esta casita es una bendición para nosotros porque si no existiera dónde estaría con mi hijita, ella recibió un trasplante de médula ósea en diciembre del año pasado y desde que llegamos a Lima nos han dado un hogar, comida y nos tratan como a su familia», comentó Alberto Sánchez huésped de la Casa Ronald McDonald ConJuntos. 

Todos podemos ayudar

Así como Anita y Alberto, existen muchos otros casos que aún necesitan recibir este soporte. Es por ello que este 17 de noviembre todos estamos invitados a realizar una compra con propósito y participar en el “Gran Día”, la jornada de solidaridad que promueve cada año McDonald’s Perú, para donar las ventas de sus hamburguesas Big Mac a la institución con el objetivo de que siga creciendo en beneficio más familias.