El día en que Sergio «Checo» Pérez fue despedido de Red Bull Racing no solo marcó un giro en la Fórmula 1, sino también un impacto financiero para Mark Mateschitz, máximo propietario de la escudería y de la empresa de bebidas energéticas. Según el listado anual de Bloomberg, la fortuna del empresario austriaco registró una pérdida cercana a los mil millones de dólares, disminuyendo de 21,800 millones a 20,900 millones, lo que representa una caída del 4.12%.
A pesar de haber vendido más de 12,100 millones de latas y reportado ingresos de 11,600 millones de dólares en 2023, esta baja afectó la posición de Mateschitz en el ranking de los más ricos del mundo en 2024, cayendo del puesto 93 al 96, por debajo del empresario estadounidense Philip Anschutz, dueño mayoritario de Los Angeles Kings de la NHL.
Bloomberg atribuye estas cifras a un análisis exhaustivo de gastos, dividendos, impuestos y el comportamiento en el mercado bursátil. Pero las dificultades para Red Bull no terminan ahí.
El despido de Pérez desató una ola de indignación entre sus seguidores, quienes organizaron un boicot en redes sociales, promoviendo un masivo «unfollow» a las cuentas oficiales de la marca en plataformas como Instagram, Facebook y X. En apenas dos días, Red Bull ha perdido más de 600,000 seguidores, mostrando un claro descontento de los aficionados por la forma en que se gestionó la salida del piloto mexicano.
Esta conjunción de eventos coloca a Red Bull en una situación complicada, enfrentando no solo desafíos económicos, sino también un deterioro en su reputación digital.