A 40 años de la existencia del VIH y sida, México sigue atorado entre el desabasto y la discriminación.
Desde el inicio de esta administración el desabasto de medicamentos antirretrovirales es un problema que se recrudeció y actualmente existe en casi todos los Estados de la República, permeando la tranquilidad y salud mental de miles de personas viviendo con VIH en todo el país. La falta de compras consolidadas de muchos medicamentos antirretrovirales y la falta de logística para la entrega de estos en las unidades médicas es la principal razón de este desabasto.
La ineficacia en los nuevos métodos de compras de medicamentos antirretrovirales y la falta de operatividad en la logística hace que los tratamientos no lleguen a las clínicas de todas las instituciones del país.
Muchas empresas de la iniciativa privada siguen exigiendo pruebas confirmatorias de VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual. Los Bancos siguen exigiendo estas pruebas para otorgar hipotecas, las aseguradoras indagan hasta el más mínimo detalle si la persona solicitante es homosexual. Las aerolíneas se coluden con los laboratorios privados para compartir resultados de pruebas ilegalmente hechas.
Vivir con VIH en México parece ser un callejón sin salida, los estigmas y los prejuicios constantes son las razones principales por las que miles de personas en México abandonan sus tratamientos, su soporte de vida y miles más no se hacen una prueba de VIH. El miedo parece controlar todo.
Y aun a pesar de todo eso, existimos, resistimos. Sostenemos familias, terminamos estudios, ascendemos de trabajos, pagamos impuestos. Porque en muchos días, el VIH deja de ser algo que nos define y nos describe. En comunidad caminamos y llevamos en la lucha de todos los días a aquellas personas que no alcanzaron a ver los avances de la ciencia, que no alcanzaron a ser indetectables.
Por todxs ellxs y gracias a ellxs, estamos aquí denunciando todos los días lo que nos sigue agarrando del cuello y no nos permite avanzar. Denunciando el desabasto, la falta de atención, la discriminación y los estigmas.
El VIH no discrimina, ¿Por qué siguen haciéndolo las personas?
Desde el inicio de esta administración el desabasto de medicamentos antirretrovirales es un problema que se recrudeció y actualmente existe en casi todos los Estados de la República, permeando la tranquilidad y salud mental de miles de personas viviendo con VIH en todo el país. La falta de compras consolidadas de muchos medicamentos antirretrovirales y la falta de logística para la entrega de estos en las unidades médicas es la principal razón de este desabasto.
La ineficacia en los nuevos métodos de compras de medicamentos antirretrovirales y la falta de operatividad en la logística hace que los tratamientos no lleguen a las clínicas de todas las instituciones del país.
Muchas empresas de la iniciativa privada siguen exigiendo pruebas confirmatorias de VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual. Los Bancos siguen exigiendo estas pruebas para otorgar hipotecas, las aseguradoras indagan hasta el más mínimo detalle si la persona solicitante es homosexual. Las aerolíneas se coluden con los laboratorios privados para compartir resultados de pruebas ilegalmente hechas.
Vivir con VIH en México parece ser un callejón sin salida, los estigmas y los prejuicios constantes son las razones principales por las que miles de personas en México abandonan sus tratamientos, su soporte de vida y miles más no se hacen una prueba de VIH. El miedo parece controlar todo.
Y aun a pesar de todo eso, existimos, resistimos. Sostenemos familias, terminamos estudios, ascendemos de trabajos, pagamos impuestos. Porque en muchos días, el VIH deja de ser algo que nos define y nos describe. En comunidad caminamos y llevamos en la lucha de todos los días a aquellas personas que no alcanzaron a ver los avances de la ciencia, que no alcanzaron a ser indetectables.
Por todxs ellxs y gracias a ellxs, estamos aquí denunciando todos los días lo que nos sigue agarrando del cuello y no nos permite avanzar. Denunciando el desabasto, la falta de atención, la discriminación y los estigmas.
El VIH no discrimina, ¿Por qué siguen haciéndolo las personas?