Se esfuerzan para ser ejemplo de superación, le sacan la vuelta al tiempo, reparten su vida entre las canchas y los estudios, se esmeran por ser esos superhéroes de ficción, porque su rol como padres de familia es tan grande como sus convicciones de construir una ciudadanía mejor: sana, llena de valores y con esperanza.
En el marco del Día del Padre, Carlos Felipa, medallista de plata en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019; Nilton Soto; medallista de bronce; Niel García, paralímpico en Beijing 2008; Ronald Miranda, medallista de plata en el Sudamericano de Parabádminton Guayaquil 2019; y José Ipanaqué, coordinador de vacunas, ejemplifican los valores distintivos del Proyecto Legado, trascendiendo el ámbito deportivo.
Basado en el valor del coraje, Nilton Soto asegura que la labor de padre implica sacrificio y dedicación. El luchador de 23 abriles ha sabido repartir su tiempo entre las clases virtuales de Educación Física, los entrenamientos y el cuidado a su hijo, Rodrigo, quien le cambió la vida hace más de un año.
“Pasé noches sin dormir, hasta tuve que trabajar haciendo delivery en el inicio de la pandemia. Me levanto de madrugada para salir a entrenar a las sedes de Legado, luego regreso a casa para escuchar clases, más tarde doy clases particulares de basquetbol y natación. Sacrificarse por un hijo vale la pena. Espero que siga mis pasos y se convierta en luchador”, resalta.
AMOR SOBRE RUEDAS
Sufrir las consecuencias de la poliomielitis cuando apenas tenía un año, no detuvieron a Ronald Miranda en su anhelo por convertirse en un deportista de alto rendimiento. Motivado por el valor de la inspiración, se enamoró del Para bádminton e integró la primera selección nacional, junto a Pilar Jáuregui, Pedro Pablo de Vinatea y Jesús Salvá.
“El deporte competitivo demanda tiempo y uno sacrifica días sin ver a los hijos. Yo fui papá hace 11 años. Camila, mi hija, llegó para convertirse en la motivación principal. Ella me acompaña a los entrenamientos, inclusive maneja muy bien la silla de ruedas. Con mucho esfuerzo, hemos sabido acompañarnos. Es el regalo más lindo que pudo llegar a mi vida”, enfatiza.
Al oírlo su hija Camila infla el pecho de orgullo: “Juega a pesar de que no pueda caminar, así me ha enseñado que todo se consigue con esfuerzo y no hay límites, aunque se presenten dificultades en la vida”, replica.
Niel García, paralímpico en Beijing 2008, es otro ejemplo de superación, que personifica en valor del respeto. Con 48 años, el Para deportista proyecta extender su carrera hasta los Juegos Paralímpicos de París 2024, en la disciplina Para powerlifting. Sueña que su retoño, Alexander, lo vea competir en el evento más importante del mundo.
“Mi hijo tiene 9 años, le gusta el Judo y me encantaría que sea un deportista. Recuerdo que me rompí la pierna antes de una Copa del Mundo, pero ver a mi hijo en la tribuna me empujó a ganar la medalla de bronce. Él ve mis competencias por YouTube y es muy feliz viendo a su papá triunfador”, cuenta.
Carlos Felipa resalta el valor de la determinación que le da de ejemplo a sus tres hijos: Camila, Renato y Mateo. Mientras perfecciona su lanzamiento de bala desde el estadio Atlético de la Villa Deportiva Nacional (VIDENA), administrado por Legado, recuerda con profunda nostalgia las enseñanzas de su padre, quien falleció hace unos meses a causa del COVID-19.
“Será un Día del Padre distinto. Mi papá, desde el cielo, está orgulloso de mí y de sus nietos. Gracias a él soy el hombre que soy. Tengo el apoyo de mis hijos que asimilaron muy bien la situación que pasé cuando perdí la pierna hace una década, tras sufrir un atentado junto al comando del Ejército en el VRAEM. A pesar de las situaciones difíciles, se puede salir adelante”, afirma.
Más allá del deporte, José Ipanaque, coordinador de vacunas que labora en las sedes de Legado, coincide en la importancia de la infraestructura deportiva en favor de la población. El Licenciado en Enfermería vacuna al día a casi 3 mil personas, tomando los riesgos de su profesión, en el marco de la pandemia.
“Será difícil pasar el Día del Padre lejos de mi hijo, porque está en Piura. Recibiré su videollamada, mientras trabajo en la Videna. Si estoy acá, es por él. Las 24 horas del día pienso en su sonrisa. Yo lo tuve muy joven y mi vida cambió totalmente. Quiere ser nadador y me gustaría verlo en el Centro Acuático, donde vacunamos”, comenta emocionado.
De esta manera, el Proyecto Legado Juegos Panamericanos y Parapanamericanos saluda a los padres peruanos en su día, reconociendo su esfuerzo y amor incondicional, en medio de la pandemia que vive el país.