Cada 4 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Concientización sobre el Virus del Papiloma Humano (VPH), una fecha que nos recuerda la importancia de la prevención y la protección frente a este virus, principal causante del cáncer de cuello uterino (CCU). Es fundamental recordar que el CCU es el único cáncer que se puede prevenir, y la vacunación es la herramienta más efectiva para lograrlo.

Gracias a la reciente inclusión de la vacuna 9-valente en el Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), muchos países de Latinoamérica y el Caribe, podrán acceder, a partir de julio, a una protección más amplia y eficaz contra las cepas más peligrosas del VPH. Esta vacuna, que por años estuvo disponible solo en el sector privado, ahora será accesible de manera gratuita en el sector público para niños, niñas y adolescentes entre 9 y 18 años, marcando un avance significativo en la equidad de la salud pública en el Perú.

En 2024, el Ministerio de Salud (MINSA) logró un récord de 1 millón 146 mil inmunizaciones contra el VPH. Sin embargo, la meta establecida en el «Plan Nacional de Vacunación contra el VPH para el año fiscal 2025» es de 918,585 inmunizaciones, una cifra menor a lo alcanzado el año anterior. Además, la brecha de vacunación sigue siendo significativa, ya que más de 2 millones 760 mil niños y adolescentes aún no han recibido la vacuna.

Con el inicio del año escolar, se dará inicio a las campañas de vacunación en las instituciones educativas, por lo que es fundamental que los padres o tutores firmen el consentimiento informado. Este documento permite que las brigadas de salud apliquen la vacuna en los centros educativos, garantizando que más niños, niñas y adolescentes reciban la protección necesaria contra el VPH. Al brindar esta autorización, las familias están tomando una decisión vital para proteger a sus hijos e hijas del cáncer de cuello uterino y de otras enfermedades asociadas al VPH.

La vacunación contra el VPH no solo protege el futuro de nuestros niños, niñas y adolescentes, sino que también permite acelerar la eliminación del cáncer de cuello uterino, alineándose con las metas globales de salud pública. El Perú tiene hoy una oportunidad histórica para sumarse a este esfuerzo. Vacunar es prevenir, y prevenir es salvar vidas.