Uno de los factores de mayor importancia en el desarrollo integral de la adolescencia y la juventud es la salud sexual. Esto debido a que, dentro de esta etapa, se desarrollan las primeras experiencias sexuales, las que podrían darse sin información ni orientación especializada. Este desconocimiento genera, cada año, graves consecuencias como embarazos no planificados e infecciones de transmisión sexual (ITS). Solo en lo que va del 2022, según el Sistema de Certificado de Nacido Vivo en Línea, se registran más de 12 mil embarazos en adolescentes, cifra que supera a lo registrado en el 2019, 2020 y 2021 para el mismo periodo; estos embarazos no planificados podrían prevenirse con una buena educación y acceso a los servicios de salud amigables y diferenciados, que puedan atender las dudas de adolescentes brindando información y consejería, bajo un enfoque de respeto y sin la necesidad de la presencia de sus padres o tutores.

Según la norma técnica del MINSA, sobre atención de salud integral a adolescentes publicada en el año 2019, los centros de salud deben ofrecer un servicio diferenciado y amigable a adolescentes (desde los 12 años hasta antes de cumplir los 18 años), y jóvenes (18 a 24 años). En atención a esto el INPPARES ha activado el Servicio de Salud Amigable a Adolescentes y Jóvenes (SSAAJ), el cual contribuye a mejorar la calidad de vida de esta población mediante la atención integral de salud, brindando consejería, promoviendo el autocuidado y garantizando el acceso universal a los servicios de salud con un espacio, horario, precios y especialistas diferenciados.

¿Cuán importante es la Educación para mejorar la Salud Sexual?

Ulises Navarro, Director de Desarrollo Institucional del INPPARES, nos comenta que “la educación sexual integral empodera a las y los jóvenes a mejorar su capacidad de análisis, discernimiento, comunicación, entre otras, muy útiles para la vida con miras a garantizar su salud y el bienestar en términos de sexualidad, derechos humanos, consentimiento, valores, relaciones sanas y respetuosas, violencia de género, abuso sexual y prácticas negativas”.

En la práctica aún hay mucho trabajo por hacer, pues persisten problemáticas sociales que afectan el bienestar y/o vulneran los derechos humanos, en general, y los derechos sexuales, en particular, de las y los niños, niñas y adolescentes.

A su vez, Diego Portillo, jefe de Proyectos, indica que: “En el INPPARES brindamos un servicio de salud sexual sin prejuicios ni tabúes con información especializada, que les permita a los y las adolescentes tomar decisiones informadas respecto a su sexualidad y sobre sus planes de vida, fortaleciendo su desarrollo integral”.

El miedo de que la información sobre la sexualidad adelante la edad en las primeras relaciones sexuales no se encuentra justificado ya que los estudios realizados demuestran que la educación sexual más bien retrasa el inicio de las relaciones y mejora la conducta disminuyendo los riesgos, por lo tanto, mejora la salud sexual de la niñez y adolescencia peruana.

En el marco del Día Mundial de la Salud Sexual es importante enfatizar que una educación integral enseña todo aquello que necesitamos para lograr el mejor estado de bienestar posible en relación con nuestra sexualidad; desterrando mitos y desinformación.

En esa línea, durante esta semana el INPPARES ha concluido el dictado de tres programas muy importantes dirigidos a diferentes sectores de nuestra sociedad, como parte de su labor de abogar por una Educación Sexual Integral informada: Un curso para colectivas y organizaciones que trabajan el tema de derechos sexuales y reproductivos “ESI para Decidir”; un curso para adolescentes y jóvenes, llamado “Jóvenes por la ESI”; así como un ciclo de talleres para comunicadores y periodistas: “ESI para periodistas: Claves para informar sin mitos ni fake news”. Además, próximamente, iniciará la segunda convocatoria para el curso Red de Docentes defensores de la ESI, el mismo que comenzará en octubre.