La lectura nos transporta a otros mundos y hace volar nuestra imaginación, pero si hablamos de la literatura en edad temprana, es incluso más valiosa: con cuentos e historias, un niñoaprende, descubre cómo divertirse solo y desarrolla su imaginación y su capacidad de concentración.Fomentar este hábito es fundamental y el primer paso para lograrlo es colocar los libros al alcance de nuestros hijos, pero ¿cómo saber cuáles son las historias adecuadas para ellos?
Leer reseñas y consultar con maestros, incluso leer el libro previamente, son algunas alternativas. Sin embargo, existen otros consejos que podemos seguir para confiar plenamente en haber escogido la lectura ideal para nuestros hijos. Melissa Tejada, coordinadora curricular de Comunicación de Innova Schools, recomienda empezar por reconocer la valiosa relación entre la edad y la literatura:
- Durante el primer año, las historias cortas, con estructuras repetitivas y dibujos expresivos, son las más adecuadas. Si los libros son de materiales que les permitan a los bebés manipularlos, mucho mejor.
- Para los niños de tres a cuatro años, debemos escoger libros con historias más largas y en los que predominen imágenes que ayuden a desarrollar su imaginación. Los libros de materiales manipulables continúan siendo una gran alternativa.
- De los cuatro a siete años, inicia el proceso de lector. En esta etapa, debemos optar por libros con abundantes dibujos y poco texto en cada página. Lo mejor son libros con narraciones sencillas, cuentos tradicionales y con niños como protagonistas.
- Niños de diez a doce años, suelen inclinarse por libros de aventura reales o fantásticas, en las que predominen las narraciones con diálogos abundantes y elementos de humor.
- A partir de los 12 años, las novelas de hechos reales con personajes de la misma edad y libros informativos sobre los problemas que les preocupan en esa etapa de su vida son los más adecuados.
Debemos entender que, si bien generar el hábito lector es esencial en el desarrollo de los niños, no se debe imponer: este se debe dar por elección, especialmente cuando ya son más grandes. Entonces, ¿cómo saber si mi hijo escogerá un libro adecuado para su edad? Trabajando en descubrir sus gustos. Interesarse por lo que leen no solo nos permitirá acompañar y supervisar efectivamente las elecciones de nuestros hijos, también se convertirá en algo con lo que podamos conectar con ellos.
En nuestro país, el hábito de la lectura necesita seguir cultivándose, y Tejada nos aconseja cómo lograrlo. No cerrarle las puertas a la lectura digital, impulsar a nuestros hijos a escribir sus propias historias y leer en espacios de relajación son algunas recomendaciones; sin embargo, hoy lo más importante es relacionar la lectura con el ocio y no con las obligaciones. La lectura, sobre todo en los tiempos inciertos que estamos viviendo, se puede convertir en la herramienta perfecta de entretenimiento para nuestros hijos. Y el primer paso es predicar con el ejemplo y empezar a leer.