Alrededor de 5.284 casos de viruela del mono se han detectado en los 18 países de América, un tercio del total mundial, según informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que además dijo que ninguno ha sido mortal. “Hasta la fecha, no se han reportado muertes por viruela símica en nuestra región”, señaló la OPS en rueda de prensa. Asimismo, los países más afectados de América son Estados Unidos (3500 casos), Canadá y Brasil (700 casos) y Perú (alrededor de 200 casos). Lo más frecuente son los contagios a través “del contacto estrecho piel con piel con la persona que tiene lesiones cutáneas”.
La OPS recomienda a los países que tomen medidas, como centrarse en los grupos de alto riesgo, compartir las secuencias genéticas del virus, aplicar protocolos para los sectores de transporte con la finalidad de “detectar a tiempo los casos que puedan tener relación internacional”, y facilitar información en los puntos de entrada para que las personas detecten algún síntoma.
Los primeros síntomas son las lesiones en la piel, en forma de sarpullido, granos, ampollas en la cara, boca, manos, pies, pecho, genitales y ano. Después, o al mismo tiempo, se puede desarrollar fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de cabeza y muscular.
La OMS contabiliza más de 18.000 casos de viruela del mono detectados en 78 países desde mayo, un 70% de ellos en Europa. El sábado activó su máximo nivel de alerta para tratar de contener el brote.
La vacunación
Además, los países deben considerar el uso de vacunas, desarrolladas inicialmente contra la viruela, pero “la evidencia disponible sobre su eficacia y seguridad es limitada y también su disponibilidad en el mercado mundial”, afirmó el doctor Andrea Vicari, jefe de la unidad de gestión de amenazas infecciosas de la OPS.
“No es una vacuna que se recomiende para la población en general” como la que se usa contra la COVID-19, de modo que las otras medidas de control «son las más importantes para romper la transmisión» porque no se propaga por el aire, afirmó Marcos Espinal, subdirector interino de la OPS.
En este sentido, afirmó que 10 países de la región ya mostraron interés en adquirir esta vacuna, pero sin detallar cuáles.
Existen diferentes tipos de vacunas
La de primera generación (se usó hace muchos años contra la viruela) no se recomienda y la de segunda generación tiene “efectos secundarios muy fuertes” en personas con inmunidad deprimida. La de tercera generación es la más recomendada «y estamos en negociaciones avanzadas con el productor», afirmó Espinal.
“Tenemos esperanzas de que vamos a tener vacunas este año, limitadas, no en masa, porque es un solo productor”, añadió.
Ciro Ugarte, director de Emergencias Sanitarias de la OPS, es optimista. “Estamos todavía a tiempo de detener la transmisión y de que esto no afecte la economía y a nuestras sociedades”, asegura.