El uso de mascarillas se ha convertido en una de las barreras de protección más importantes frente al virus de la COVID-19 desde el inicio de la emergencia sanitaria. Sin embargo, además de su correcto uso, es importante también conocer cómo desecharlas de manera adecuada para evitar contaminar nuestros espacios.

Uno de los principios básicos de bioseguridad es asumir que todas las personas son portadoras de algún agente infeccioso, por ello el uso de barreras protectoras, como la mascarilla, es fundamental en un contexto de pandemia. De igual manera, debemos aprender la importancia de botar este tipo de implementos usados, que por su función podrían resultar contaminantes”, comentó la Lic. Lizbeth Policio, docente de enfermería del Instituto Carrión.

Entonces, ¿cómo debemos desechar nuestras mascarillas de manera correcta? Para ayudarnos en esta tarea la especialista del Instituto Carrión nos brinda las siguientes recomendaciones.

“La mascarilla, o cualquier implemento desechable utilizado para contener la pandemia, como los guantes, deben eliminarse junto a los desechos domésticos generales, pero embolsados y amarrados, para evitar su reciclaje y/o reutilización”, indicó Policio.

Pasos para desechar nuestros residuos de bioseguridad

  1. Retirarse los implementos de protección con las manos limpias. En el caso de guantes es importante tomarlos desde el extremo interior que da hacia la muñeca para luego retirarlos con cuidado.
  1. Desinfectar los residuos e introducirlos dentro de dos bolsas de plástico, una dentro de la otra.
  1. Amarrar bien las bolsas y ponerlas dentro de la basura doméstica de casa.
  1. Es recomendable etiquetar este tipo de bolsas con desechos para que la persona que los recoja tome las medidas de bioseguridad necesarias también.

La especialista señala que estudios indican que el virus de la COVID -19 puede vivir algunos días en materiales de tela, látex, metal, etc. “Este factor podría ocasionar que alguien, al tener contacto con estos residuos, y luego tocarse la cara, ojos o nariz, se infecte de manera indirecta, es decir, que estos materiales eliminados incorrectamente podrían ser un vehículo de trasmisión del virus”, explicó.

Por otro lado, cifras de la organización WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) revelan que es probable que el 90% de las mascarillas terminen en vertederos o incluso en el océano. Además, el Ministerio del Ambiente concluyó que una mascarilla tarda más de 400 años en desintegrarse y, si se encuentra en el mar, no solo amenaza a las especies sino a la vida humana, sin embargo, no son reutilizables ni reciclables al ser residuos biocontaminados, por lo que se recomienda desinfectarlas y desecharlas por separado en una doble bolsa de basura.