A pesar que el COVID-19 dejó de ser una Emergencia Sanitaria en el mundo, esta enfermedad sigue cobrando vidas. Según cifras de la Sala Situacional del Ministerio de Salud (MINSA), 85% de fallecidos por COVID-19 en Perú en lo que va del 2024 son adultos mayores.
Entre enero y mayo de este año se han registrado más de 20 mil casos y 396 defunciones por COVID-19 en Perú. De estas muertes, 337 corresponden a adultos mayores, lo que representa un preocupante 85% del total. Es decir, 8 de cada 10 muertes corresponden a adultos mayores.
Ante este panorama, el médico infectólogo Alexis Holguín, vocero de “Yo si me vacuno” hizo un llamado urgente a reforzar la estrategia de vacunación en las poblaciones más vulnerables, especialmente en los adultos mayores de 60 años que sufren enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial, cáncer, enfermedades cardiovasculares, entre otras; más aún ante el incremento del frío.
“Es fundamental que este grupo de riesgo complete su esquema de vacunación con las dosis correspondientes y reciba la nueva vacuna monovalente, la cual está dirigida a combatir la subvariante ómicron XBB.1.5, la más contagiosa del virus hasta la fecha. Por ello, mediante la Asociación Una Vida Por Dakota, hemos puesto a disposición de las personas la web www.yosimevacuno.com donde podrán encontrar más de 8 mil centros de vacunación a nivel nacional de acuerdo a su lugar más cercano”, señaló.
Síntomas del covid-19 pueden ser imperceptibles en la tercera edad
Un factor que complica la lucha contra el COVID-19 en la población adulta mayor es la presentación de síntomas atípicos. A diferencia de los síntomas clásicos, los adultos mayores pueden experimentar un cuadro clínico más silencioso, lo que dificulta su diagnóstico oportuno y retrasa el inicio del tratamiento adecuado.
Según el Dr. Holguín, durante la etapa inicial de la infección, los adultos mayores pueden presentar síntomas como somnolencia excesiva, pérdida de apetito, apatía, confusión, desorientación e incluso depresión. “Es importante reconocer estas señales de alerta y buscar atención médica inmediata para evitar el deterioro de la salud del paciente y el riesgo de complicaciones graves”.
La lucha contra el COVID-19 aún no ha terminado, y los adultos mayores siguen siendo la población más vulnerable. Es responsabilidad de todos proteger a este grupo etario mediante la vacunación, la implementación de medidas de bioseguridad y el monitoreo constante de su estado de salud. Solo así podremos evitar más pérdidas lamentables y garantizar el bienestar de nuestros adultos mayores.