Canadiense de nacimiento, pero peruana de corazón. Esa podría ser una breve definición para Véronique Angers, una quebequense que ya hace muchos años decidió dejar gran parte de su vida en Canadá para gozar del gran potencial que alberga el Perú. Fue en esta travesía sin fin en la que logró encontrar a Alejandro Aedo, su actual esposo y cómplice de aventuras y socio emprendedor.
De esta manera, juntos han demostrado a más de cien mil internautas las diferentes costumbres y curiosidades que han encontrado desde sus diferentes perspectivas. Pero, sin duda, lo que los ha consolidado como una pareja con iniciativa y emprendedora ha sido Vangers, marca de ropa creada por ambos para demostrar que la cultura peruana puede y merece ser vista por todos sin necesidad de dejar de lado el gusto por lo urbano.
Así, este proyecto nació a inicios del 2021, temporada en la que la joven pareja se encontraba de vacaciones por Cusco, ciudad que ayudó a que su gusto por los textiles pueda ser la iniciativa. Si bien la duda aún era grande, sus sueños lo eran más. Decidieron empezar por vender gorras y de manera 100% online, ya que “nos pareció lo más sencillo, en el sentido que era unisex y unitalla, para lanzarnos con algo. No sabíamos cómo nos iba a ir”, comenta Véronique. La venta fue un éxito y los siguientes pedidos no se hicieron esperar. Tanto así que , un año después, lograron abrir una tienda física en la Calle Suecia 310 en la ciudad de Cusco. Pronto, la indumentaria consistió en poleras, zapatos, casacas, entre otros.
Sin embargo, la coyuntura política es siempre un arrebato de ilusiones y perseverancia. La vacancia y destitución del ex presidente Pedro Castillo en diciembre del 2022 marcó un paréntesis en los planes de Véronique y Alejandro, pues en este mes iniciaron las distintas manifestaciones alrededor del país que exigían un adelanto de elecciones y la renuncia de Dina Boluarte, actual presidenta peruana. Con ello, empezaron las protestas y manifestaciones. Esta razón fue la misma por la que se vieron obligados a cerrar durante 5 días y acortar horas para evitar cualquier inconveniente.
“Teníamos muchas esperanzas con el Año Nuevo, que haya muchos turistas sobre todo nacionales, pero viendo la situación muchos han cancelado sus vuelos”, menciona la fundadora de Vangers. Y es que este panorama afecta a más de uno; a los trabajadores, a los fabricantes, a los pequeños empresarios. “Esto afecta realmente a nuestro país de muchas maneras. Esta inestabilidad política hace que se ahuyente la inversión”, añade Alejandro.
Asimismo, la deuda que arrastran desde diciembre apenas les permitió cubrir la tienda física, a los trabajadores y el pago del local. Un tema que asusta mucho a los 2, pues si la empresa quiebra, los trabajadores se quedarían sin sustento alguno. No es algo que tomen a la ligera. Una de sus trabajadoras principales ya ha tenido que renunciar, debido al mal tiempo. Por otro lado, la producción de las prendas Vangers se encuentra paralizada, afectando, por sobretodo, a los fabricantes.
No es fácil saber qué sucederá, aunque todo indica que serán tiempos duros para el comercio y turismo de nuestro país, condición que pone en jaque todos los planes que tenían en mente. “Al final es todo lo contrario a lo que están buscando. Y más bien estos pequeños empresarios que estaban tratando de salir a flote, lamentablemente van a tener que abandonar sus sueños”, aclara el co fundador.
Contra todo pronóstico, se encuentran a la espera de inaugurar su segunda tienda en la capital del Perú, proyecto que, ahora, cae en una gran interrogante. Aún así, los próximos meses pueden estar llenos de sorpresas para bien. Por el momento, las calles de Cuzco siguen dando una cálida bienvenida a quienes deseen llevar consigo una muestra de lo andino y lo urbano. Y claro que en https://vangerstienda.com/ también puedes encontrar esa fusión que los caracteriza.