Por Antonio Rolando, CEO de Kashio
Hablar de sostenibilidad no solo implica el medio ambiente, sino que agrupa a sectores como el social y el económico que hacen posible la integridad del planeta y mejoran la calidad de vida.
Ante esta realidad, los principales actores inmobiliarios están apostando por adoptar un modelo más sostenible en el que se reduzca el consumo energético, se amplíen las áreas verdes, se empleen materiales de construcción ecológicos, se dé un correcto manejo de residuos sólidos, y se tenga como prioridad la responsabilidad ambiental y el cuidado de la biodiversidad.
Sin embargo, no todo se centra en este contexto ecológico, ya que, si tomamos en cuenta el aspecto social, entenderemos que la convivencia e integración entre las personas que cohabitan en un condominio es fundamental para su desarrollo individual y colectivo. De ahí se desprende que cuidar el entorno y mobiliario para un adecuado disfrute de la comunidad puede contribuir al mejoramiento de la sociedad.
La sustentabilidad en el rubro de property management cobra relevancia, precisamente porque el aporte económico de todos los residentes para mantener en funcionamiento su lugar de residencia promueve su rentabilidad y, por ende, que sea sostenible en el tiempo, lo que cierra un ciclo colaborativo perfecto.
Si bien la administración informal en los condominios es una situación común en nuestro país, ya que no existe un reconocimiento legal de la junta de propietarios, lo que ocasiona que la morosidad en el pago de servicios comunes llegue al 60%, muchas de las causas se centran en que los residentes no tienen cuenta en el mismo banco de la persona que realiza la recaudación, olvidan la fecha de pago por falta de un recordatorio o temen, aún, integrar estos pagos a sus tarjetas de débito o crédito.
Sin temor al avance, nuestro país, se encuentra creciendo en la digitalización de pagos e indefectiblemente, en un futuro cercano todos estaremos inmersos en este ecosistema donde los procesos de pagos y cobranzas para este tipo servicios comunes serán tercerizados a través de soluciones digitales y automatización de procesos financieros.
El resultado que ya es visible en quienes han adoptado este tipo de soluciones, se refleja para los administradores, en un mejor control del ingreso y egreso de dinero; así como, la reducción de tiempo evitando pagos presenciales mientras automatizan el flujo de caja. Mientras que, para los residentes, el ahorro de tiempo al evitar procesos manuales, el aumento de su productividad y la seguridad son valores de peso o grandes aliados. El resultado está orientado al bien común: reducir las tasas de morosidad y con ello, brindar el mantenimiento adecuado para disfrutar de mejores instalaciones con un impacto respetuoso en la ecología a través de áreas verdes y espacios de recreación para niños y adultos y seguridad; pero, sobre todo, que la vida en comunidad sea más agradable.
No hay que olvidar que para que un entorno sea aprovechable, factores como la equidad, igualdad y viabilidad se encuentran inmersos en estos tres pilares. Si deseamos que nuestra vivienda se mantenga en forma y cuidado en el tiempo, un gran paso es la adopción de soluciones digitales para tercerizar procesos mientras avanzamos hacia una sociedad donde prime la sana convivencia y el respeto.