Lima.- Los abuelos de Shirley Zevallos Ramírez siempre le inculcaron sobre la importancia de no desperdiciar los alimentos. “Me enseñaron a comer de todo, que no se bota nada”, dice la futura profesional. Motivada por esa enseñanza y preocupada en mejorar la alimentación de los peruanos, ella está investigando diferentes variedades de papas biofortificadas a través de la aplicación de moderna tecnología agraria.
La joven, de 22 años y natural del distrito limeño de Villa María del Triunfo, es la directora nacional de la International Association of Students in Agricultural and Related Sciences (IAAS), la organización agrícola estudiantil más grande del mundo. Gracias a sus buenas calificaciones, ganó la Beca Permanencia del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, con la que está por culminar la carrera de Agronomía en la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM).
En el extenso campus de su universidad, Shirley tiene un espacio donde está realizando su experimento: un invernadero donde variedades de papas biofortificadas son cultivadas y analizadas para comprobar la presencia de micronutrientes. «Les aplico zinc al material selecto para observar si la fertilización foliar (técnica para suministrar nutrientes a los cultivos) logra incrementar las concentraciones de este componente en el tubérculo”, precisa la joven becaria rodeada de las plantas que ya crecieron en maceteros.
En este trabajo participa también el Centro Internacional de la Papa, entidad que le proporcionó al talento el material genético para su cultivación. “Siempre me llamó la atención revalorizar los cultivos básicos, como la papa, el camote y la yuca, y así contribuir a la sociedad enfrentando la malnutrición de las personas a través de la investigación”, enfatiza Shirley, sobre su proyecto con el que busca también obtener el grado de bachiller.
Una de las metas en el mundo es eliminar el hambre y la malnutrición, que afecta a miles de personas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Se estima que el 30 % de la población humana tiene problemas con deficiencia de micronutrientes, denominada hambre oculta. El zinc, por ejemplo, es un elemento necesario en la ingesta diaria”, puntualiza.
Shirley tiene puesta la mirada en la innovación alimentaria. “Se puede unir más la tecnología al sector agrario”, indica, por lo que desde IAAS, que ella dirige a nivel nacional, trabaja, junto con otros 54 estudiantes universitarios de diferentes regiones, como Áncash, La Libertad y Lima, en compartir conocimiento y promover la movilidad estudiantil.
El próximo año, como parte de esta labor, llegarán al Perú unos 35 estudiantes agrícolas de todo el mundo al Exchange Coordinators Meeting 2022, evento organizado por ella y su equipo. “Será una gran oportunidad para promover nuestro país desde el desarrollo de la investigación en el sector agrícola y del turismo”, indica la directora de IAAS Perú.
La becaria del Pronabec destaca la importancia de la investigación. Así, una vez que tenga la cosecha de las plantas de papa podrá analizar si el tratamiento agrícola que les dio muestra variación en el nivel de micronutrientes. “Algunas personas suelen tomar suplementos alimenticios, pero por qué no comer alimentos naturales que contengan ya estos micronutrientes en cantidades suficientes”, refiere.
Ella recuerda la importancia que han tenidos sus abuelos en su formación. “Ellos siempre me apoyaron y me animaban a ser fuerte, alegre y hacerlo todo en base a una gran actitud. Siempre me he dedicado así a desarrollar mis estudios y gracias a su influencia, tengo este interés por la buena alimentación y ahora puedo comprobar que desde la investigación y la ciencia se puede generar un mayor impacto”, apunta.