Las vacunas representan uno de los avances más significativos en la medicina, debido a que han salvado la vida de millones de personas a través del tiempo previniendo enfermedades graves y evitando su propagación.
En el caso de los bebés o niños, estas permiten que desarrollen inmunidad contra enfermedades potencialmente peligrosas como el sarampión, la poliomielitis, la tos ferina, la varicela, entre otras, que pueden causar complicaciones graves e incluso la muerte. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacunación infantil salva cada año la vida de entre 3,5 y 5 millones de personas.
“Los padres y cuidadores tienen un papel crucial en el proceso de vacunación de los niños, debiendo estar informados sobre la importancia y seguir el calendario recomendado. Asimismo, la educación pública sobre vacunación es esencial para desmentir mitos y fomentar la confianza. Además, es necesario asegurar un acceso equitativo a las vacunas para todas las comunidades, implementando programas móviles y clínicas comunitarias para llegar a poblaciones marginadas”, afirma la Dra. Ana Miyashiro, Pediatra y docente de Medicina de la Univ. Norbert Wiener.
Teniendo en cuenta ello, y en torno a Semana Mundial de la Inmunización (24 al 30 de abril),la especialista desmiente algunos mitos que existen alrededor de estas:
Mito 1: Las vacunas causan autismo.
Realidad: Este es uno de los mitos más persistentes y peligrosos sobre las vacunas. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado de manera concluyente que no existe una conexión entre las vacunas y el autismo. La idea de esta conexión surgió de un estudio ahora desacreditado y retirado por completo de la literatura científica. Las organizaciones de salud pública, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud, han confirmado que las vacunas no causan autismo.
Mito 2: Los ingredientes de las vacunas son peligrosos y pueden dañar a los niños.
Realidad: Los ingredientes de las vacunas, como el mercurio, el aluminio y los conservantes, han sido objeto de preocupación por parte de algunos padres. Sin embargo, la cantidad de estos ingredientes en las vacunas es extremadamente baja y está por debajo de los niveles que podrían causar daño
Mito 3: Es malo colocar dos vacunas al mismo tiempo
Realidad: No, al contrario, es seguro administrar múltiples vacunas al mismo tiempo, y, de hecho, es una práctica común y recomendada por las autoridades de salud pública y los expertos en medicina. Numerosos estudios han demostrado que no hay un aumento significativo en el riesgo de efectos adversos graves cuando se administran múltiples vacunas al mismo tiempo en comparación con la administración de una sola vacuna.
Mito 4: Las vacunas de las clínicas son mejores que las vacunas del Estado
Realidad: Las vacunas que brinda el Ministerio de Salud son las mismas que se administran en las clínicas, además de ser gratuitas y de excelente calidad.