Desde el 6 de junio se inició la solicitud de retiro voluntario de CTS (Compensación Por Tiempo de Servicio), según lo dispuesto por la Ley 31480, la misma que permitirá a los peruanos acceder a este fondo hasta el 31 de diciembre de 2023. Del mismo modo, el lunes 13 inició la solicitud de retiros de hasta S/ 18,400 del fondo de pensiones, según el cronograma dispuesto por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.

Estos retiros permitirán a los peruanos contar con mayor liquidez, en un contexto marcado por tazas históricas de inflación. Sin embargo, diversos especialistas coinciden en recomendar a los afiliados destinar estos retiros, ya sea al pago de deudas urgentes (si es el caso), o a reinvertirlos en fondos de inversión paralelos o adicionales, de tal modo que su dinero siga generando intereses.

No obstante, estas no son las únicas modalidades de inversión que los peruanos tienen a disposición. “Hoy en día, hay una amplia gama de instrumentos financieros que permiten a los peruanos hacer crecer sus ahorros, desde la inversión en acciones de grandes empresas, el trading con divisas, hasta en criptomonedas o el metaverso. Asimismo, pueden gestionar y decidir directamente en qué invertir, siempre y cuando cuenten con información adecuada”, explica Génesis Collantes, analista de inversiones de Libertex Américas Perú.

“Antes de tomar cualquier decisión de inversión, lo más importante es informarse. Además de conocer los principales instrumentos de inversión a los que pueden acceder las personas, será clave que entiendan y tengan una noción sobre cómo se mueven los mercados a nivel mundial. Las mejores decisiones se toman con buena información”, previene Collantes. De esta manera, la especialista explica las oportunidades y riesgos acerca de las principales modalidades de inversión a las que se puede acceder en la actualidad:

  • CFD (contrato por diferencia, según sus siglas en inglés), permite a las personas comerciar libremente sin poseer realmente el activo subyacente ni adquirir ningún tipo de derecho u obligación con este. Con ello, el inversionista puede operar con flexibilidad frente a las subidas y bajadas de precio, sin comprar realmente el activo. “Lo positivo es que esta modalidad de inversión es apalancada, es decir tener una posición mayor a la cantidad de dinero disponible, con lo que se incrementa la posibilidad de ganancia y de riesgo”, explica la especialista.