“Puñito” es un nuevo juguete, un bebé al que se le puede golpear, gritar y castigar mientras llora y pide no ser agredido, como los más de 38 mil niñas y niños que fueron víctimas de algún tipo de violencia solo en lo que va del 2021. “Puñito” llega para enseñar y concientizar sobre qué tan normalizado está el uso de la violencia en la crianza de nuestros hijos e hijas.
Más del 46% de adultos, según la ONG internacional World Vision Perú, reconoce utilizar alguna forma de violencia para criar a sus hijas e hijos, la data perfecta para que este muñeco sea un éxito en ventas. Cabe destacar, que “Puñito” no llegará al mercado, pero no deja de representar la situación de miles de niños en el Perú que sufren violencia familiar.
De acuerdo al informe del Programa Nacional Aurora, en enero de 2021 se atendieron 4149 casos de violencia infantil, de los cuales el 36.6% corresponde a niños de 6 a 11 años y el 16.9% de 0 a 5 años. Los gritos, insultos, jalones, golpes o amenazas, forman parte de la crianza de estos infantes, quienes como consecuencia padecen daños físicos y psicológicos irreparables para el resto de sus vidas.
A través de “Puñito”, la ONG World Vision lanza la campaña “YO NO CRÍO CON VIOLENCIA, YO LO HAGO CON TERNURA”, que tiene el objetivo de evidenciar la normalización del uso de la violencia en la crianza basándose en el castigo físico y humillante. Así como sensibilizar a la población para que entienda que no es aceptable pegar, insultar, gritar o humillar para corregir y educar a nuestros hijos.
Lamentablemente, esta es una situación que se ha estandarizado en nuestra cultura, equivocadamente se ha tomado la violencia como la mejor manera de encaminar a los niños, transmitiendo este pensamiento de generación en generación y que puede dejar consecuencias físicas, psicológicas y de salud a largo plazo.
Worldvision, mediante esta campaña, quiere poner el tema en agenda del Gobierno para que aprueben el Plan de Acción para Eliminar la Violencia contra las Niñas, Niños y Adolescentes 2021-2030 con énfasis en castigo físico, humillante y violencia sexual, determinando un presupuesto específico, en el marco del Perú como País Pionero en la Alianza Global para poner fin a la Violencia contra las niñas, niños y adolescentes.