Oxapampa.- Desde el 2010, la Reserva de Biosfera Oxapampa – Asháninka – Yánesha (BIOAY) es reconocida por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La Reserva es un lugar mágico, multicultural, megadiverso, con historia, evolución y cultura viva de los Yáneshas y Asáninkas desde hace más de 3000 años. Los agricultores, ganaderos, apicultores y artesanos de la reserva no solo comparten con el Perú y el mundo las bondades de la biodiversidad de la zona, sino que también se encargan de su protección y difusión.
Para continuar con esta tarea, la Municipalidad Provincial de Oxapampa acaba de lanzar la Certificación de la Reserva de Biosfera Oxapampa Asháninka-Yánesha (BIOAY) y cuatro productos de Oxapampa: Miel, Cacao, Granadilla y Naranjilla. Esta identificará a los productos y servicios bandera de la provincia de Oxapampa, de origen geográfico fresco, con valor agregado, que hagan un buen uso de los recursos naturales, respeten al medio ambiente y la biodiversidad y se alineen a los objetivos del desarrollo sostenible de la UNESCO.
La certificación garantiza la calidad de productos tradicionales de Oxapampa como el café en grano, tostado y molido; granadilla fresca, pulpa y néctar; cacao en grano y pasta; naranjilla; miel y polen; carne y embutidos; leche, yogurt y quesos. Cada uno de ellos cuenta con requisitos específicos para recibir el reconocimiento.
“Los usuarios serán agricultores independientes, asociaciones, cooperativas e instituciones que cumplan con los parámetros del reglamento de uso de las marcas. Con el tiempo, lograremos posicionarnos en el corazón y en la mente de cada consumidor a nivel local, nacional e internacional”, expresó el alcalde de Oxapampa, Juan Carlos La Torre.
Entre los requisitos para obtener la certificación está, por ejemplo, el tratamiento óptimo del agua que se utiliza en su cultivo para evitar la contaminación y proteger la flora y fauna de la zona, así como la mitigación de los gases de efecto invernadero; la prohibición de la quema de bosques; la restricción del uso de plaguicidas tal como lo señala Senasa; la implementación de programas de reforestación; o la eliminación total de trabajo infantil.
De este modo, la miel líquida, pasta y polen certificados serán de procedencia multifloral; la granadilla, naranjilla fresca en pulpa y néctar tendrán el grado de dulzura natural alto, tamaño y sabor diferenciado. El cacao en grano y pasta certificará contar con un aroma y sabor fino de especies nativas; los embutidos provendrán de la crianza de animales que vivan al aire libre, con espacios amplios, de preferencia bajo sistemas silvopastoriles, sin excesos de alimentos balanceados e insumos externos.
Además, la artesanía utiliza materia prima natural y el servicio de hospedaje realiza buenas prácticas de uso de energías, agua y residuos sólidos. Por su parte, los hospedajes que reciban la certificación BIOAY se comprometen a implementar energías renovables en su funcionamiento y no mantener en cautiverio animales silvestres, especialmente aquellos que se encuentran en riesgo de amenaza.
“Queremos reconocer con esta certificación a los productores, asociaciones, cooperativas, ONG, consorcios, prestadores de servicio en hospedaje y artesanos que cumplan con estándares de calidad y cuidado al medio ambiente. Esta es una manera de reconocer su compromiso en valorizar nuestros productos y, al mismo tiempo, proteger nuestra rica biodiversidad”, añadió el alcalde.