Esta iniciativa surgió ante la necesidad de generar menor impacto ambiental. Además, sería gran utilidad para empresas fabricantes de ladrillos y cerámicos.
El Programa Nacional de Investigación Científica y Estudios Avanzados (ProCiencia), unidad ejecutora del Concytec, presentó los resultados del proyecto “Geobloque: Desarrollo de bloques de construcción ultraligeros con geopolímeros”, cuyo objetivo fue contribuir con la industria de la construcción sostenible a partir de la producción de nuevos bloques de geopolímeros, convirtiéndose en una alternativa de bajo impacto ambiental que reduciría el consumo de energía durante la fabricación y cuyas propiedades de resistencia serían similares a productos en base a cemento Portland y arcilla cocida.
Según el Dr. Rafael Aguilar, investigador del proyecto, la industria de la construcción contamina el ambiente hasta en un 30% debido al uso de materiales como el cemento, el acero o el ladrillo. Y es que el cemento es el material más utilizado para la construcción a nivel mundial y es uno de los más contaminantes porque su proceso de producción es fuente de emisión del dióxido de carbono (C02), un gas que va directo a la atmósfera y potencia el efecto invernadero originado por el cambio climático.
Además, el cemento al esparcir polvo, perjudica a la salud de la población y de los trabajadores en el sector construcción siendo susceptibles a distintas enfermedades. Entre las consecuencias derivadas de las partículas contaminantes del polvo se puede sufrir de silicosis, bronquitis, dermatitis y en el peor de los casos provocar la acumulación de polvo en los pulmones y hasta cáncer por los tiempos de carcinógenos que contienen estas partículas.
Frente a esa problemática nació la idea de explorar el desarrollo de materiales de construcción alternativos que no contengan cemento o arcilla. Es así que en el proyecto se realizaron formulaciones en base a geopolímeros, materiales basados en aluminosilicatos que servirían como aglomerantes en la industria de la construcción, garantizando una resistencia mecánica adecuada para que el armado de estos geobloques se usen en tabiques y muros no portantes.
El proyecto que comenzó a ejecutarse a inicios del 2018, impulsa una nueva línea de producción industrial con minerales no metálicos que actualmente tienen un uso limitado en el Perú. Asimismo, abre nuevas líneas de investigación relacionadas al desarrollo de soluciones alternativas de construcción sostenible con materiales de bajo costo o de desecho, con altos contenidos de sílice y alúmina.
Cabe resaltar que esta investigación fue financiada por el Concytec con un monto de 300 mil soles luego de ganar en la convocatoria de ProCiencia: “Proyecto de Investigación Aplicada en Construcción y Saneamiento” E 041-2017-01-SENCICO. Asimismo, es un trabajo desarrollado en conjunto entre la Pontificia Universidad Católica del Perú, Sencico y la empresa Comacsa.
Datos sobre la ejecución del proyecto
Los geobloques desarrollados en el proyecto se sometieron a pruebas al fuego directo y en horno. Entre otros resultados se demostró que pueden resistir muy altas temperaturas ya que solo después 1000 grados centígrados el material empezó a experimentar un cambio volumétrico importante. Respecto de su resistencia al agua, se tiene un material permeable y estable respecto de la erosión a chorro de agua.
Asimismo, se sometió a procesos de envejecimiento acelerado simulando condiciones climáticas similares a regiones altoandinas y en el transcurso de un año se observó un comportamiento estable. Sobre el aislamiento acústico, se observó reducción sonora al ser utilizado como tabiquería.