Los pacientes con enfermedad renal crónica del Hospital Nacional Arzobispo Loayza del Minsa han recibido unas 960 sesiones de hemodiálisis, desde que se inició la pandemia, continuando así como este servicio altamente especializado y vital que la ciencia médica posibilita.
El doctor Boris Medina Santander, jefe del Servicio de Nefrología de este nosocomio, precisó que 310 procedimientos corresponden a sesiones de hemodiálisis con sistema portátil realizados a pacientes sospechosos y positivos a COVID-19 que se encuentran hospitalizados en este establecimiento de salud.
También informó que, a través de 350 teleconsultas, se han realizado seguimiento clínico a distancia a pacientes trasplantados de riñón durante el 2019 y del programa de diálisis peritoneal. Esta labor se encuentra a cargo del personal de salud que se halla de licencia por enfermedades coexistentes, también llamadas comorbilidades, y riesgo ante la COVID-19.
El especialista indicó que muchos estudios reportan que las personas con enfermedad renal crónica que requieren hemodiálisis crónica muestran un alto índice de enfermedades coexistentes (diabetes e hipertensión), que en nuestro país alcanza a casi el 75 % de estos pacientes. Además, en su mayoría superan los 55 años, lo cual los hace más vulnerables a presentar formas graves de la COVID-19.
Medina Santander comentó que el Servicio de Nefrología de este hospital ha tenido que adecuarse y realizar los cambios necesarios para responder ante la emergencia sanitaria y continuar con la atención a los pacientes habituales que requieren de diálisis, así como ampliar la atención a los pacientes con infección por SARS-CoV-2 en los distintos pabellones.
«Se realizaron adecuaciones de los sistemas de agua y desagüe en los distintos pabellones para poder utilizar los dos sistemas de osmosis portátil, estos últimos han permitido atender a pacientes positivos y sospechosos de coronavirus que requerían de soporte dialítico en los Pabellones I, III, V, Emergencia, UCI-COVID y UCI-G», refirió.
Además de estas actividades, sostuvo el doctor Boris Medina, “el equipo de Nefrología también ha realizado más de 120 colocaciones de catéteres de alto flujo temporales y de larga permanencia a pacientes con o sin infección COVID-19, que requirieron inicio de soporte dialítico o continuación en el programa de hemodiálisis», puntualizó.