Mientras superamos el peor momento de la segunda ola de contagios de la COVID-19 y que ha afectado la actividad laboral, educativa, económica, social y cultural de la población, existe otra ola o pandemia silente que empieza a vislumbrarse, conformada por los daños colaterales y traumas psíquicos a causa del coronavirus.

“Aquellos que han perdido familiares, los que han estado con ventilador mecánico y solo desean dormir para no recordar lo vivido, la crisis económica y el burnout, síndrome del agotamiento profesional debido al teletrabajo, presentan afectación en su salud mental de manera directa e indirecta”, anotó Julissa Castro, médica psiquiatra del Hospital Víctor Larco Herrera del Ministerio de Salud (Minsa).

La especialista informó que del 30% al 60% de pacientes COVID-19 sufren manifestaciones a nivel del sistema nervioso central y periférico, incluyendo el delirio en quienes estuvieron hospitalizados. Mientras que aquellos que superaron la enfermedad pueden sufrir un estado continuo de ansiedad y depresión.

Se deben identificar a los grupos más propensos a los trastornos mentales, los cuales se encuentran entre los 19 y 44 años. “Sobre todo los jóvenes que están subempleados o con desempleo y los que viven solos. Otros grupos vulnerables que también se han visto afectados por la pandemia son los refugiados, como en el caso de los ciudadanos venezolanos, las mujeres y los ancianos”, indicó.

Asimismo, son 300 millones de niños que se han visto afectados en el mundo por el confinamiento y cuyas consecuencias se verán en el crecimiento de esa nueva generación.

Prepararse para el futuro

La doctora Castro refirió que, según diversas investigaciones, durante la pospandemia se va a tener un incremento de los trastornos mentales.

“A mediados del 2024, recién nos estaremos sintiendo posiblemente libres de la pandemia y con gran libertad, pero eso traerá una época de desenfreno económico y también sexual, con otros tipos de trastornos”, declaró la especialista.

Por otro lado, la médica psiquiatra recalcó la importancia de promover la investigación de la salud mental peruana; puesto que es necesario aumentar los datos que se tienen sobre este tema en nuestro país para nutrir los conocimientos de los investigadores, científicos y estudiantes nacionales e internacionales.

En el marco del taller para periodistas y comunicadores ‘La COVID-19 y sus efectos en la salud mental’, desarrollado el último 26 de mayo, la doctora precisó que también es vital que las personas accedan a información clara, oportuna, veraz y de fuentes confiables, que les permita reducir el impacto de las distintas situaciones que están viviendo.