En el informe de Huawei Mundo inteligente 2030, se analiza cómo la tecnología cambiará casi todos los aspectos de la vida. Centrándonos en las “8 perspectivas”, exploramos cómo todo, desde la atención médica y el transporte hasta la producción de alimentos y los espacios habitables, se volverá más inteligente, más ecológico e intuitivo.
A medida que la tecnología modifica nuestras interacciones en estas áreas, el establecimiento de la confianza digital se ha convertido en una prioridad clave para las empresas y los gobiernos. Sin generar la confianza de los usuarios en las herramientas y los procesos del mundo inteligente, simplemente no tendrá éxito.
Sin embargo, la confianza digital es un sistema complejo. Requiere una combinación de medidas tanto digitales como regulatorias, así como la cooperación de múltiples partes. En la publicación final de esta serie, analizamos cómo la tecnología y las regulaciones pueden trabajar juntas para garantizar un futuro digital más seguro.
Adoptando un enfoque técnico
No hace falta decir que las soluciones digitales son clave para generar confianza digital. De hecho, la seguridad y la integridad de nuestros activos digitales dependen de una amplia gama de tecnologías para detectar y proteger contra amenazas.
• Blockchain
Aunque blockchain se hizo un nombre en las criptomonedas, ahora está redefiniendo la confianza en varias otras industrias. Y para 2030, esperamos que el 85% de las empresas integren blockchain en sus sistemas digitales de confianza.
Al almacenar datos en una red descentralizada, blockchain asegura que ninguna entidad mantenga el control. Una vez creada, la información almacenada en la cadena de bloques no se puede alterar, creando un entorno «sin confianza» en el que los datos originales están protegidos. Estas medidas de seguridad inherentes lo hacen adecuado para cualquier tipo de transacción digital, no solo financiera.
Los contratos inteligentes agilizan estos procesos al codificar un conjunto de promesas entre dos partes. El código se ejecuta en blockchain, lo que significa que está almacenado en una base de datos pública y es imposible de alterar. Las transacciones solo ocurren cuando se cumplen las condiciones del contrato, lo que elimina la molestia (y el gasto) de involucrar a intermediarios como abogados, bancos o corredores.
Para poner eso en contexto, Capgemini Consulting predice que los contratos inteligentes podrían ayudar a los consumidores de EE. UU. a ahorrar entre 480 y 960 dólares por préstamo hipotecario, reducir las tarifas operativas para los bancos en los mercados de EE. UU. y la UE en entre 3 y 11 mil millones de dólares y reducir el costo de liquidación de reclamaciones. para las aseguradoras por $ 21 mil millones por año. Todo esto, además de hacer que las transacciones sean más seguras, precisas y confiables.
• Inteligencia artificial
A medida que el mundo se digitaliza cada vez más, los ciberdelincuentes encuentran formas nuevas y más sofisticadas de robar la información personal o el dinero de las víctimas.
Un método que ha aparecido en los titulares en los últimos años son las «falsificaciones profundas». Estas son imágenes o videos alterados mediante inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático para reemplazar a la persona original con otra persona.
A menudo son inquietantemente realistas, lo que dificulta distinguir entre una realidad y una falsificación. Aunque las falsificaciones profundas se utilizan con mayor frecuencia para atacar a celebridades y políticos, las figuras de alto perfil no son las únicas en riesgo. En 2019, una empresa de energía británica perdió 243.000 dólares después de que un estafador utilizara una voz deepfake para hacerse pasar por el director ejecutivo de la organización y exigir que el dinero se enviara a un «proveedor» extranjero.
La respuesta para luchar contra este tipo de delitos reside en la propia IA. El software inteligente puede detectar diferencias entre videos, imágenes y ondas de audio para determinar si se crearon con IA. Los algoritmos discriminadores y los modelos de inferencia casual pueden detectar, evaluar y eliminar automáticamente información falsa de Internet. Y pueden rastrear información falsa hasta la fuente de datos para proporcionar evidencia para el enjuiciamiento de delitos digitales.
En otras palabras, la IA facilitará la identificación, la detención y la prevención del ciberdelito, lo que ayudará a restablecer la confianza en el mundo digital.
• Computación que mejora la privacidad
Para extraer valor de los datos que recopilan, las organizaciones deben compartirlos, extraerlos y analizarlos. Pero hacerlo sin comprometer la privacidad y la seguridad de los datos de los clientes suele ser un desafío.
Aunque existen tecnologías de enmascaramiento de datos, las herramientas tradicionales no pueden brindar protección suficiente para entornos de análisis cada vez más complejos. Esto ha llevado a la creación de tecnologías de computación que mejoran la privacidad (PEC), que están diseñadas específicamente para fortalecer la privacidad y seguridad de los datos durante la recopilación, el almacenamiento, la búsqueda y el análisis. El cifrado homomórfico es un ejemplo de tecnología PEC.
Otros ejemplos de tecnologías PEC incluyen privacidad diferencial, aprendizaje federado, entorno de ejecución confiable y pruebas de conocimiento cero. Juntos, están ayudando a las organizaciones a encontrar el equilibrio adecuado entre la privacidad y el valor de los datos.
Regular el mundo digital
Las medidas técnicas solo pueden llegar hasta cierto punto para prevenir ciberataques y violaciones de datos. Para garantizar un mundo digital seguro, deben estar respaldados por reglas y regulaciones que definan qué información pueden recopilar las organizaciones, cómo pueden usarla y cómo se castigarán las violaciones.
El Reglamento general de protección de datos (GDPR) de la Unión Europea es un gran ejemplo de esto. Con el objetivo de fortalecer la seguridad y la protección de los datos personales en la UE, la ley establece directrices estrictas sobre cómo las empresas pueden recopilar y procesar la información de los clientes, con sanciones que alcanzan los 20 millones de euros. Hasta la fecha, se han emitido multas por valor de más de 1.290 millones de euros.
Del mismo modo, a medida que las plataformas digitales crecen y son más poderosas, se deben establecer reglas antimonopolio para garantizar que no abusen de sus posiciones. Para regular mejor estas organizaciones, Japón introdujo recientemente la Ley para mejorar la transparencia y la equidad. De manera similar, Alemania realizó enmiendas a la Ley de Competencia alemana en 2021 en un esfuerzo por evitar que las grandes plataformas dominen los mercados y sofoquen la competencia.
Estos son solo algunos ejemplos de regulaciones diseñadas para regular la protección, recopilación y antimonopolio de datos. En el futuro, podemos esperar disfrutar de más derechos contra los conglomerados, evitando que obtengan, abusen y comercialicen ilegalmente nuestros datos personales.
De cara al 2030
Para 2030, la tecnología jugará un papel clave en casi todo lo que hacemos. Predecirá nuestras necesidades, personalizará nuestros servicios y protegerá nuestro planeta. Debajo de todos los cambios que veremos, habrá un sólido ecosistema de confianza digital que protegerá la privacidad y la integridad de todas nuestras interacciones digitales. En pocas palabras, las tecnologías emergentes y las nuevas regulaciones trabajarán juntas para dar forma a un futuro digital más seguro.