Nos encontramos en el tercer año de pandemia y a lo largo de este tiempo se ha generado diversa información sustentada por investigaciones científicas en torno a la enfermedad. Sin embargo, muchas veces esto es insuficiente para la población de cara al entendimiento del virus y su desarrollo en los organismos, y más aún ante la aparición de nuevas mutaciones de la enfermedad.
En esa línea, una de las dudas más recurrentes es: ¿estamos totalmente protegidos si tenemos las tres vacunas y ya superamos la COVID-19 en alguna oportunidad?
“Si bien es cierto el contar con las tres vacunas (dosis completa más refuerzo) nos protege de manera importante (por encima del 90% de la posibilidad de desarrollar un cuadro grave), una de las características de la sub variante Ómicron, BA.2, es que es extremadamente contagiosa y puede infectar en una mayor proporción que otras variantes a personas que ya tuvieron la infección o que incluso están vacunadas. De otro lado, siempre existe la posibilidad de desarrollar un cuadro grave, especialmente en los adultos mayores o personas vulnerables por alguna enfermedad crónica”, explica el Dr. Manuel Mayorga Espichán, médico intensivista y director ejecutivo de la Facultad de Salud de la Universidad Norbert Wiener.
Para desmitificar algunas otras dudas recurrentes sobre esta sub variante, presente ya en todo el mundo, el especialista nos brinda la siguiente información:
- “Sólo es un resfriado, no pasa nada”: FALSO. Muchas personas creen que esta nueva variante solo presenta cuadros leves, sin embargo, esto no es siempre cierto, debido a que existen factores individuales que pueden agravar la sintomatología.
- “Como es benigna, es mejor contagiarnos y de esa manera quedaremos protegidos”: FALSO. En la falsa creencia de que solo presenta cuadros leves (resfrío común) muchos creen que si se contagian ya no van a necesitar vacunarse.
- “Si estás vacunado, es imposible que te dé un cuadro grave”: FALSO. Aunque en menor proporción, siempre hay la posibilidad de desarrollar un cuadro grave que requiera hospitalización o ingreso a una UCI, así como el riesgo de morir por la infección.
Además, el especialista indica que el uso de las vacunas ha tenido un impacto dramático en mitigar el impacto de la COVID-19, especialmente, en la reducción de los cuadros graves y la mortalidad. “Una persona con las 3 dosis tiene 90 veces menos probabilidad de morir que una persona no vacunada. De otro lado, al reducir de manera significativa el número de casos graves, se disminuye la necesidad de oxígeno, camas hospitalarias y camas UCI; lo que ha evitado un nuevo colapso de nuestro precario sistema sanitario, como ocurrió en la primera y segunda ola”.
Para finalizar, Mayorga sostiene que probablemente en el transcurso del tiempo el virus se vuelva endémico, con una baja virulencia y letalidad y solo tengan que recibir dosis de refuerzo periódicas las personas vulnerables; tal como ocurre con otras infecciones virales respiratorias, como la influenza estacional.