El tenis mundial sigue siendo testigo de una nueva generación de prodigios. Tras la irrupción de João Fonseca en Río, ahora es Mirra Andreeva quien se roba los reflectores al coronarse en el WTA 1.000 de Dubái con solo 17 años. La rusa venció en la final a Clara Tauson (22) por 7-6 (7/1) y 6-1, convirtiéndose en la campeona más joven de un torneo de esta categoría, solo un escalón por debajo de un Grand Slam.
Andreeva llegó al título tras eliminar a rivales de alto calibre, incluyendo a tres campeonas de Grand Slam: Marketa Vondrousova, la número dos del mundo Iga Swiatek y la número siete Elena Rybakina. En la final, la joven rusa, formada en Francia y dirigida por Conchita Martínez, mostró temple de veterana para sellar su consagración en la élite.
Con esta victoria, Andreeva debutará en el Top-10 de la WTA, desplazando a Paula Badosa. «Mi objetivo era ser top-ten antes de que acabara el año y lo he conseguido ya en febrero», declaró la talentosa jugadora, quien ya había dado muestras de su potencial en 2024 al alcanzar las semifinales de Roland Garros tras vencer a Aryna Sabalenka.