En lo que va del 2020, un total de 6130 bebés prematuros recibieron lactancia materna en la primera hora de vida, según el certificado de nacido vivo en línea – OGTI/MINSA, demostrando así que esta práctica puede hacerse y que la leche humana es una excelente fuente nutricional para estos pequeños sobrevivientes debido a los numerosos beneficios que produce, informó el Ministerio de Salud (Minsa).
“Es especialmente importante que un recién nacido prematuro reciba todos los beneficios de la leche materna. Por ello, lo que puede hacer la mamá es extraerse la leche con todas las medidas de bioseguridad (uso de mascarilla y lavado correcto de manos) para que el personal de salud se la administre al bebé mediante una sonda, que se introduce por la boca o la nariz y le llega hasta el estómago; a fin de fortalecer su desarrollo y crecimiento, sostuvo el especialista de la Dirección de Intervenciones por Curso de Vida y Cuidado Integral del Minsa, Mario Izquierdo.
En el Día Mundial del Niño Prematuro, que se celebra hoy 17 de noviembre, el especialista manifestó que también se recurre a otras opciones de alimentación como la leche donada o leche de banco. En el tiempo de pandemia por COVID-19, estas instituciones deberán seguir alentando la donación de leche humana para aquellos casos en que él bebe no pueda recibir este alimento de su propia madre.
Asimismo, precisó que todo personal de salud deberá brindar apoyo en lactancia materna y fomentar el contacto piel a piel entre la madre o el padre y el bebé. “La madre y la familia deben conocer la importancia nutricional y afectiva de la alimentación con leche materna en tiempos de pandemia por COVID- 19, pero también deben saber que el contacto piel a piel y el calostro que se obtiene a través de la lactancia a primera hora, activan y fortalecen el sistema inmunológico del recién nacido”, explicó.
Agregó que el contacto de los padres con sus bebés es vital para el desarrollo psicológico y emocional de los pequeños.
En tal sentido, dijo que se tiene el ‘Método canguro’, una técnica que consiste en que la madre o el padre se coloquen una faja con la cual sujetar al bebé contra su pecho, reemplazando así a la incubadora. Este método estimula al recién nacido con los latidos cardíacos de su progenitor o progenitora y le otorga una temperatura adecuada. “El contacto piel a piel también puede ser brindado por otro adulto de la familia”, resaltó.
Por último, Izquierdo destacó que la lactancia materna es un elemento clave para reducir la mortalidad infantil. “Los niños y adolescentes que se alimentaron mediante la leche humana tienen menos probabilidad de desarrollar sobrepeso u obesidad, dislipemias, diabetes, hipertensión, asma y leucemias infantiles”, concluyó.