A pocos días de iniciarse el retorno gradual a la presencialidad en los colegios y en algunas instituciones de educación superior, como la Universidad de Piura, el decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de esta casa de estudios, magíster Camilo García, habla sobre las ventajas de la educación presencial y de la necesidad de aprovechar lo aprendido durante la virtualidad para maximizar la calidad educativa.
El educador refiere que la principal ventaja de la educación presencial es la interacción, que implica “la facilidad de diálogo con los alumnos y asesorarlos, resolver sus inquietudes, etc.; y que ellos dialoguen y resuelvan juntos sus inquietudes. La parte afectiva se evidencia con el trato directo, de modo individual o grupal”.
Por otra parte, en la presencialidad se superan también las dificultades o “los problemas de conexión, de las cámaras apagadas, de los distractores externos e internos, etc. Desde el punto de vista pedagógico, los procesos realizados en la virtualidad para favorecer la participación de los alumnos se hacen mucho más efectivos en la presencialidad. Sumado a todo ello, la evaluación continua, el trabajo en equipo, el uso de los laboratorios, entre otros aspectos, mejoran enormemente, pues e puede obtener el feedback inmediato”.
‘Mucho más ‘conectados’
El magíster García señala que, en la presencialidad, se favorece la concentración del alumno en clase “al estar sujeto a un orden y al control del docente. Inclusive, este orden influye en el modo de presentarse a la clase, el permanecer sentados durante la sesión, sin ‘tanta libertad’ para ‘salir’ o distraerse fácilmente, como podría suceder al apagar la cámara”.
En suma, dice, los hábitos se fortalecen y los estudiantes se ‘conectan’ mejor a la clase. “la conexión mejora pues no están solo mirando su laptop o celular, dispositivos que te dan la posibilidad de ‘salirte’ de clases o escuchar música o ver tu deporte favorito con un solo clic, mientras el profesor sigue dictando la clase. Estos distractores, aunque pueden darse también en la presencialidad, se pueden controlar mejor que en la virtualidad”.
Integración: virtualidad y presencialidad
El decano y profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación destaca que, en la virtualidad se han desarrollado importantes aspectos valiosos aspectos que deben integrarse a la presencialidad como “el uso de diversas estrategias de enseñanza, material interactivo; la disponibilidad de una serie de recursos pedagógicos, etc.”
Resalta que esta integración posibilitará clases más fluidas, dinámicas y creativas. “Presencialidad y virtualidad no son incompatibles. Unir lo logrado en la virtualidad con las ventajas que brinda la presencialidad será el gran reto de los docentes en este retorno progresivo a las aulas. Interesa fortalecer la enseñanza personalizada, orientar a los alumnos en sus dificultades académicas y personales. En este punto, la asesoría presencial ayudará mucho. Por otra parte, el seguimiento a los alumnos y la conversación directa pueden ser favorecidos también con el uso de las diversas herramientas virtuales; sobre todo, para el seguimiento en las asesorías, entrevistas o contactos fuera del horario de clases vía Zoom, etc.”, acota el decano.