Cajamarca.- Debido a la gran concurrencia de personas adultas mayores en las jornadas de vacunación contra el COVID-19 en Cajamarca, la oficina de la Defensoría del Pueblo en la región requirió a la Dirección Regional de Salud (Diresa) disponer la evaluación de riesgos de los locales que están siendo considerados como centros de inmunización.
La institución enfatizó que es fundamental que los locales cumplan con las condiciones de accesibilidad en su interior y exterior para facilitar el desplazamiento y garantizar la seguridad de este grupo poblacional durante el tiempo de espera, el cual no debe ser muy prolongado, considerando que en esta etapa el grupo priorizado son personas adultas mayores de 70 años y, no pueden estar mucho tiempo de pie, bajo el sol o la lluvia.
En ese sentido, Agustín Moreno, representante de la Defensoría del Pueblo en la región señaló que la Diresa Cajamarca debe incluir en la campaña de difusión información precisa con respecto al cronograma, lugares donde se realizará la inmunización, su importancia, los alcances del consentimiento informado, así como los canales habilitados para la atención de consultas, denuncias y mecanismos para la vacunación a domicilio. Asimismo, agregó que una adecuada organización garantiza que el personal de salud atienda en el horario establecido y que las personas adultas mayores esperen un tiempo razonable y en condiciones adecuadas.
Por otro lado, la oficina de la Defensoría del Pueblo en Cajamarca indicó que los locales deben estar lo suficientemente ventilados y ser amplios para que se cumpla con el orden y el distanciamiento físico; además, se deben evitar riesgos para este grupo de la población y, de preferencia, identificar locales donde no exista mucho tránsito vehicular, las veredas sean anchas y no existan desniveles ni huecos que constituyan un peligro para la integridad y salud de las personas.
Finalmente, la institución reiteró que las campañas de difusión no deberían concentrarse solo en el uso de las plataformas digitales y las nuevas tecnologías, sino considerar aquellas zonas de menor conectividad en la región, de tal manera que se recurra a medios de comunicación tradicional, perifoneo en distintos horarios, coordinación con actores sociales y redes de voluntarios, a fin de procurar que las personas adultas mayores que no tienen acceso a las nuevas tecnologías o que no cuentan con apoyo para el uso de las mismas no queden rezagadas en el proceso de vacunación.