Breña.- El equipo está conformado por 30 anestesiólogos, quienes no dejaron de trabajar desde el día 1 del Estado de Emergencia Nacional. “Al principio como muchas personas teníamos mucho miedo porque no sabíamos como se comportaba el virus pero la vocación que tenemos nos llevó a seguir en este duro caminar de la pandemia”, expresó la Dra. Carmen Ruiz Vega, jefa del departamento de Anestesiología del Instituto Nacional de Salud del Niño, ubicado en Breña.


El Centro Quirúrgico tiene capacidad para realizar alrededor de 30 cirugías por día incluidos los procedimientos quirúrgicos, y cuenta además, con una sala de operaciones diferenciada para la atención de pacientes Covid-19. Cabe recordar, que los anestesiólogos son quienes tienen contacto directo con la vía área del menor durante el proceso de intubación, por ello ahora los pacientes ingresan a sala de operaciones tras realizarse la prueba molecular.


En ese sentido, durante la pandemia se estableció diferentes flujos de atención y se logró implementar una sala quirúrgica diferenciada para pacientes covid positivo que requieren ser intervenidos de emergencia. Dicho ambiente cuenta con un moderno sistema de extracción de aire y presión negativa, que ofrece mayor seguridad tanto al paciente como al personal de salud.


HÉROE CAÍDO
A pesar de cumplir con los protocolos sanitarios, en un momento de la pandemia el personal de anestesiología contrajo el virus o permaneció en cuarentena debido al contacto cercano con un paciente positivo. “Pasamos momentos dificiles, en algún momento llegamos a no tener ni un sólo anestesiólogo para una guardia”, recuerda la Dra. Ruiz Vega. Sumado a esto, en abril del presente año, sufrieron la partida del Dr. Renato De Chorie, anestesiólogo con más de 38 años de experiencia y maestro de varias generaciones.


BLOQUEANDO EL DOLOR
El equipo de anestesiología además aplica una novedosa terapia para bloquear el dolor en los niños; antes, durante y después de la cirugía. Sin embargo, al inicio de la pandemia tuvieron que parar momentáneamente, pero fue retomado pronto “pues el dolor de los niños no espera”.
Entre los principales beneficios de este tratamiento analgésico están la pronta recuperación del paciente, menor tiempo postoperatorio y estancia hospitalaria, que permite al niño reintegrase a su familia en el corto plazo.