Los centros laborales se han convertido en un campo de batalla que día a día lidian con actitudes o emociones de los colaboradores, que pueden convertirse en aspectos negativos, tales como: la envidia, las argollas, las mentiras y los chismes.

Según el Investigador, Profesor y Experto en Management, César Antúnez de Mayolo, y su encuesta realizada a colaboradores y lideres de diversas empresas, el 57% de los encuestados percibe que las argollas están presentes en su centro de trabajo, entendiéndose como argollas cuando se forman “grupitos” de trabajadores que excluyen a otros. Esta percepción está más presente en colaboradores sin rango directivo.

Por su parte, el 62% de los colaboradores encuestados percibe que los chismes están presentes o muy presentes, resultado que es mayor en jefes, de quienes el 67% opina que el chisme está presente siempre en las empresas.

La envidia, sin quedarse atrás, ocupa el 46% de los encuestados. Sin embargo, algunos trabajadores del rubro inmobiliario son los que perciben mayor presencia de envidia, convirtiéndose en un 78%, igual que el chisme y 72% para las argollas.

Esta emoción, suele estar más presente en aquellas empresas entre 100 y 249 de trabajadores (58%), en contrate con un 43% para el resto de las empresas. La mentira por su parte solo ocupa un 34% de los encuestados.

“Siempre que lo amerite, demos un adecuado feedback a nuestros subordinados, dejando evidencias escritas al respecto. Si un trabajador no sabe objetivamente cuáles son sus fortalezas y debilidades, será difícil que sepa en qué debe mejorar” agregó César.

Es vital contar con sistemas objetivos de evaluación del desempeño, con indicadores concretos y encuestas 360º, las cuales sirven para medir el desempeño laboral de un empleado tanto cualitativa como cuantitativamente; para esto, se recopilan evaluaciones del jefe, pares jerárquicos y, de ser el caso, personal a cargo.

Si bien no será el único criterio hacia ascensos, capacitaciones y participación en proyectos clave, poco a poco esos sistemas irán calando en la cultura de la empresa e irán desterrando otros criterios y, por ende, la injusticia.