Lima, abril de 2021 – En la era de la data, el uso inteligente de la información, apalancado por la tecnología, es la herramienta más poderosa para combatir los grandes desafíos que afronta la humanidad. Uno de ellos, eliminar el desperdicio y el mal uso de los recursos -cada vez más limitados- que produce nuestro hogar común: la Tierra.
Los modelos tecnológicos revolucionarios como el Internet de las Cosas (IoT), la computación en la nube, tecnologías móviles y la Inteligencia Artificial (IA) han permitido marcar un antes y un después en nuestro propósito común de cuidar el planeta, al tiempo que facilita a las personas y organizaciones desarrollar sus actividades con más ahorros y eficiencias. Bajo esa premisa nació EnergyCloud en 2013 como consultora en soluciones tecnológicas. En 2018 dio el salto para convertirse en una empresa end-to-end de Internet de las Cosas de soluciones energéticas.

Esta compañía se especializa en proyectos de monitoreo remoto, eficiencia energética y automatización, y realiza consultoría en nuevos modelos de negocio basados en IoT para empresas de servicio. “Tenemos una ventaja competitiva en el mercado porque sabemos conceptualizar los proyectos, somos dueños de la plataforma por la cual brindamos los servicios y tenemos la capacidad técnica de ejecutar y enseñar a los clientes cómo implementar sus servicios de gestión”, explica Roberto Flores, cofundador y CEO de EnergyCloud.

Su misión es generar sustentabilidad para el planeta y rentabilidad en los clientes por medio del control de mediciones. Ya lo está haciendo de manera permanente en Chile, Perú, Panamá, México y lleva proyectos en República Dominicana y Sudáfrica.
EnergyCloud utiliza herramientas tecnológicas para medir consumos de energía, agua o gas, sustrae la data, y sobre la nube Azure de Microsoft la analiza y proyecta a los clientes estrategias de ahorro para reducir el consumo.

Actualmente monitorea más de 4.000 puntos de medición remota en tiempo real, lo cual permite a sus clientes visualizar los comportamientos de sus negocios en materia de consumo de servicios públicos como electricidad, agua, gas o aire acondicionado.

“Los datos no mienten: en materia de ahorro, el 70% de los resultados viene de apagar la luz. También está el consumo de aire acondicionado, que en muchas ocasiones permanece encendido mientras el local cierra toda la noche o incluso el fin de semana completo. El solo hecho de no apagar dispositivos desperdicia entre un 12% y un 14%”, insiste Flores. Pero no todo es tan sencillo: se estima que el 30% de la energía global se desperdicia por pérdidas de transmisión e ineficiencias en el sistema. De ahí la necesidad de monitorear, alertar y tomar acciones a tiempo, pues no hay kilovatio más caro que aquel que se desperdicia.