“Ni la pandemia nos ha golpeado tan duro como estas manifestaciones” esa es la frase que utilizan los empresarios del emblemático Jirón de la Unión en estas últimas semanas de marchas y convulsión.

Mesas vacías, tiendas sin público, puertas cerradas es el nuevo panorama de los cientos de negocios del Centro de Lima.

Económicamente las pérdidas son grandes, las personas pueden tener el derecho a la manifestación pero yo tengo dos derechos fundamentales que son más que ese, uno es el derecho al tránsito, y dos es el derecho al trabajo, entonces eso no se puede sobreponer de ninguna manera, afirmó Salvador Ode, empresario Masad Abu-Shaibeh gerente de la heladería Esbari, ha tenido que reducir su personal en un 80% debido al bajo nivel de ventas, el segundo piso de su local está vacío pero las deudas y pagos siguen en pie.

Es por ello, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, preocupado por la actual situación de los miles de empresario, ha propuesto que el Damero de Pizarro del Centro Histórico de Lima será declarado intangible por la Municipalidad de Lima para poner freno al vandalismo que ha provocado inmenso daño.