Albergar la conciencia en un campo con tanta historia es un paso evolutivo de nuestros ancestros. Esto y más es lo que causa Cuzco. El recorrido de los turistas se puede diversificar por distintas zonas y precios. Por ejemplo, Quispicanchi donde se produce choclo, motes, tamales, mazamorras panes o almidón. También se caracteriza por sus plantas de eucalipto que fueron sembradas en el siglo XVII traídas desde Australia donde conviven los koalas.
En la zona de Quispicanchis la textilería y la cerámica son relevantes sobre todo en las comunidades de Pitumarca. En el caso de la textilería se pasa por un proceso de lavar la lana de la alpaca para luego secarlo y teñirlo con la segregación del insecto de la cochinilla moliéndolo de forma manual y para cambiar de tonalidad se puede echar gotas de limón o la piedra alumbre puesto que con tal insecto se puede descubrir más de 24 colores. Luego se deja secar y se moldea estirándolos en instrumentos para luego ejecutar el tejido. En cuanto a los diseños este tipo de actividades se aprende de generación en generación de manera que la representación de flora y fauna son los principales atractivos del arte textil.
También se puede apreciar el ritual de la pachamama que consiste en quemar la hoja de coca o diversos tubérculos, bebidas, semillas de huairuro los cuales se colocan bajo tierra para su posterior agradecimiento a la madre tierra. Dicho este discursos, por supuesto en quechua. Una de las cosas que más llama la atención más allá del profundo respeto en ejecutar esta actividad milenaria es la respuesta de Jorge quien es el maestro ceremonial comenta: “Esta práctica proviene de nuestros ancestros y hay que rendirle pleitesía a la tierra, sino no recibiremos abundancia de alimentos cosechados llamados wilka mihuna (comida sagrada).
Aquí la comida es venerada con mucho respeto y lo consideramos sagrado porque nos da vida y es por ello que se le dice Mihuy Cawsay (comida que da vida). Además es como si fuera una persona que si le quitan una parte de su cuerpo llora”. Por tanto esto muestra la gran admiración que los extranjeros puedan sentir por las costumbres andinas de ahí sus constantes visitas. Otro de los atractivos es el anisado que se ofrece a los turistas que viajan en el bus de paseo hacia Pitumarca y sus zonas cercanas. El anisado está compuesto por anís, maca, muña y estevia que es como la azúcar, pero que proviene de una planta natural.
Luego, otra atracción muy bella es Puka Pukará que significa “Fuerza Roja” donde se aprecian construcciones militares estratégicas a modo de defensa dentro del imperio incaico. Era un lugar de protección para bailarines o soldados mientras esperaban al inca quien se iba a los baños de Tambomachay. El resto arqueológico de Puka Pukará está a 7km de la ciudad central de Cuzco. Su clima es más templado y fresco por el medio día. Sin embargo no es una zona tan fructífera como por ejemplo lo es Tambomachay que se ubica a 3700 sobre el nivel del mar. Y es por excelencia uno de las pocos centros turísticos que los españoles no lo destruyeron. Porque era el principal contenedor de vida para todo habitante en Cuzco. Puesto que sus conductos estaban hechos para guardar el agua cual si fuera un manantial de producción. Además tenía un sistema de canales de irrigación muy fuerte y resistente a los cambios de climas penenes.
Otra maravilla sin duda fue Pisaq que está a 30 kilómetros de la ciudad de Cuzco. Hay una constelación llamada Pisaq. Este sector fue un punto de control y guarda mucha relación con la ciudad del Cuzco era un portal de ingreso y también de salida. Era una arquitectura solo para el pueblo porque está Llena de piedra y barro que puede ser para andenes, plazas o colcas. Alrededor de Pisaq también hay huecos que eran un cementerio donde enterraban a los incas con sus pertenencias más valiosas.
La cotidianeidad estaba muy ligada a lo religiosos y hubo una relación muy directa con los nonmbles quienes eran los encargados para hacer rituales. La muerte siempre fue un paso a la vida porque los cementerios lo demuestran ya que se encontró cosas muy valiosas al lado de las momias. Lo cual se cree que existe la vida después de la muerte. Porque se los enterraban en posición fetal por tanto era como una representación continua al nacimiento de la otra vida.
Se encontró más de 10.000 tumbas donde se registraron nobles incas y todos junto a sus sueños eternos. Aún hay mucho misterio al respecto, pero lo cierto es que la superstición es una de las ideas que predominaban en las tierras incaicas. Sea cierto o no, Pisaq fue construido en la época más importante del impero incaico entre 1450 y 1500 donde Pachacútec y su hijo Tupac Yupanqui eran los líderes del gobierno. Las influencias para realizar este tipo de construcciones eran los propios climas, el propio cielo, y las propias creencias que la naturaleza compartía con sus habitantes.
Los ritos y sacrificios daban la pauta de su contenido histórico. Las montañas son espacios donde se calculaban el movimiento del sol en su tránsito por el cielo. Y los incas crearon la famosa Intihuatana donde labraron protuberancias que proyectaban sombras y gracias a ello se determinaban ciclos. Porque la Intihuatana era una especie de centro astronómico para calcular las estaciones y así saber cuándo se podía sembrar y cosechar. Sin ninguna duda, algo de misticismo también guardaban, tanto así que hasta la actualidad su influencia sigue vigente.
En el caso de Kuri cancha que significa templo del sol o también palacio del rayo en referencia al dio Zeus. Se deduce que fue un centro de estudios astronómicos. En el recorrido largo de Cuzco uno se encuentra con la famosa “montaña de los 7 colores” o también llamada Vinicunca o montaña arcoíris por el beneficio minero que ofrece puesto que es rica en elementos como marinos, lacustres y fluviales. Estos minerales han sido arrastrados por las aguas de las cordilleras los vientos y la humedad y así han formado una oxidación que irradian colores diversos. Este lugar comenzó a tener más popularidad a través de la tecnología dicen los visitantes. Porque generaban el interés por el público al postear videos y fotos del lugar.
El trayecto hacia el lugar es algo pesado, pero vale la pena llegar. El viaje dura de 2 a 3 horas y los buses que transportan se estacionan en Pampachari. Una vez uno se posa en pleno camino hay momentos en que la respiración se n os puede escapar, pero a medio camino hay tiendas para consumir agua de hoja de coca o alimentarse con choclo y queso, sin embargo los 5330 sobre el nivel del mar que está situada ésta montaña debe ser de cuidado. Siempre con los recaudos posibles como llevar alimentos no perecibles y parar cada cierto fragmento avanzado. Definitivamente vivir aquella experiencia es aprender a respirar mejor y conectar con la naturaleza en plenos cambios del clima ya que una vez situado en el lugar el cambio de estación puede ser constante.
Luego uno de los centros de producción más conocidos es Maras capital de la provincia Urubamba que se halla a 3300 sobre el nivel del mar una llanura que con su canal de soporte de la sal tiene minerales ricos para exportar y es el principal motor de producción de la sal. El camino está plagado de sacos de sal y cabe recordar que fue el principal intercambio de valores en la época incaica como por ejemplo el trueque. Por tanto era un medio al cual se acudía como modo de supervivencia.
Al final del recorrido nos podemos encontrar con el fascinante Machu Pichi que en su momento fue más un medio de retiro más que un centro estratégico inca. Puesto que el gobernante de turno iba allí para encontrar su paz interior.
Aquí se encontró más de 170 ornamentos humanos de algunas momias de los cuales el 99% eran adultos. Y lo primero que se hizo aquí fue explorar las montañas entre ellas – Phutuq K’usi (Cabeza alegre) y se descubrió que cada cierto tiempo esta hermosa ciudad se renovaba ya que no daba abasto como tierra fructífera porque no habían suficientes canales de irrigación o suficiente espacio para sembrar y cosechar.
El viaje final fue regresar a la ciudad imperial y reconocer que la cultura incaica sigue vigente por su textilería, por su producción agrícola y todo lo que aporta a la nación peruana tanto en lo económico como en lo social. Además de la influencia cada vez más clara a las nuevas generaciones que sin duda tendrían que al menos una vez albergar la conciencia en un campo majestuoso y místico como lo es Cuzco.