Según el reciente informe Índice 2021 de Tetra Pak, la Covid-19 ha hecho que los consumidores reflexionen sobre la forma en que viven y cambien fundamentalmente su forma de actuar. También explica cuáles son sus nuevas preocupaciones y detalla cómo la pandemia ha reforzado el valor que los consumidores le dan a las conexiones humanas.
Fundamentalmente, la fragilidad personal, económica y ambiental, experimentada durante la pandemia global, ha creado un cambio de la preocupación a la atención activa y el deseo de tomar medidas para mantenernos seguros a nosotros mismos, nuestros alimentos, nuestras comunidades y el planeta. Además, la pandemia también puso en evidencia los puntos débiles de nuestros sistemas alimentarios, volviendo a la inocuidad y la seguridad alimentaria como temas prioritarios en esta nueva realidad.
Las preocupaciones sobre el medio ambiente son muy fuertes, con la contaminación y los residuos plásticos en el océano como la principal preocupación conjunta (83%) y el calentamiento global sigue de cerca, citado por más de tres cuartos (78%) de los consumidores en nueve países. Esto se sitúa por delante del desperdicio de alimentos (77%) y la accesibilidad a los alimentos (71%). Mientras tanto, casi la mitad (49%) de la población mundial ahora está reconociendo el impacto que las decisiones diarias tienen en el medio ambiente.
Adolfo Orive, Presidente y Director Ejecutivo de Tetra Pak, comenta: “El índice de Tetra Pak de este año, revela ideas interesantes sobre cómo los consumidores están ajustando sus estilos de vida de manera práctica y cotidiana para marcar una diferencia positiva, mientras buscan un futuro más resistente y sostenible. Hay un aumento evidente en los valores tradicionales de «volver a lo básico», incluida la cocina casera, comer con la familia y minimizar el desperdicio. Desde las decisiones que toman en casa, hasta los negocios en los que deciden comprar, la pandemia ha reforzado el consumo responsable como una tendencia clave, con una mayor demanda de acción en toda la sociedad”.
El consumo responsable se convierte en la corriente principal
La falta de libertad y elección durante los últimos 20 meses ha llevado a los consumidores a recuperar el control y exigir acciones para cambiar el estatus-quo, de cualquier forma posible. Están buscando de manera proactiva, formas de marcar una diferencia en sus propias vidas, con el fin de mejorar su propio bienestar físico y mental, a través de elecciones dietéticas, y en el medio ambiente que los rodea, reciclando más y reduciendo los desperdicios. Por ejemplo, el 62% de los consumidores prestan más atención a la calidad de lo que comen y beben, mientras que el 54% tira menos alimentos ahora que antes de la pandemia. En particular, el 72% está de acuerdo en que «las personas como yo» deben actuar ahora, o fallarán a las generaciones futuras.
Los consumidores también esperan que las empresas lideren el camino y les ayuden a estabilizar los nuevos hábitos que forman. Más de un tercio (35%) elige con más frecuencia marcas basadas en sus credenciales de sostenibilidad que antes de la pandemia, mientras que uno de cada dos (50%) dice que ser respetuoso con el medio ambiente es una necesidad primordial para el envasado de alimentos, y el 61% espera que las empresas de alimentos y bebidas lideren el camino en la búsqueda de soluciones.
Más de la mitad (55%) está planificando las comidas con más cuidado para evitar el desperdicio, mientras que poco menos de la mitad (46%) está haciendo un mayor esfuerzo para clasificar adecuadamente materiales como cartones, vidrio y plástico para reciclarlos desde la pandemia. Uno de cada dos (50%) también dice que es probable que recicle más en el próximo año como parte de su contribución personal para abordar el cambio climático.
Reconstruir y apoyar nuestras sociedades
La pandemia ha hecho que las personas sean más reflexivas y posean mayor empatía por los demás. Tienen un nuevo aprecio por las conexiones significativas con amigos y familiares, convirtiendo a las experiencias compartidas de alimentos y bebidas en un factor clave para hacer que estas conexiones sean agradables y divertidas.
Las ocasiones de consumo “juntos fuera de casa” han experimentado el mayor incremento desde el inicio de la pandemia, un 56%, por lo que es una de las oportunidades destacadas en el informe dentro de los hábitos. Otro es comprar localmente y adquirir productos locales, lo que demuestra el vínculo creciente entre el medio ambiente y la sociedad. Más allá de la familia inmediata y los amigos, también hay un esfuerzo concertado para reconstruir sociedades, con casi un tercio (32%) influyendo activamente en su comunidad para reducir el desperdicio, lo que indica un movimiento de defensores del clima. De hecho, en algunas regiones, como el Reino Unido, el medio ambiente ha superado la Covid-19 como la principal preocupación.