La colección Menottes dinh van,  convertida en un verdadero icono  de la Maison de joyería francesa, llega directamente al corazón, transmitiendo  la sensibilidad y la simbología de la  unión desde hace más de 40 años. Cada creación cuenta una historia  única de conexión, destinada  a fortalecer los lazos emocionales  y a celebrar momentos especiales.

Joyas que unen a las personas  a través de un motivo común, el de las  célebres esposas “Menottes dinh  van”, que abrazadas simbolizan  un vínculo inquebrantable de unión  entre seres queridos, ya sea de  amor, de amistad o de fraternidad.  Una colección minimalista e intemporal,  cuyas creaciones permiten imaginar  una historia personal alrededor de ellas  para acompañar a los protagonistas  en su día a día y convertirlas en  experiencias y recuerdos únicos  e inolvidables.

Más de cuatro décadas después de su creación,  la colección Menottes dinh van mantiene su espíritu  moderno y contemporáneo transformándose en  la máxima expresión del diseño atemporal  con significado, a través de collares, pulseras,  pendientes y anillos que conforman esta exclusiva  línea de joyas.

Una joya compartida, un vínculo reforzado

Si bien las joyas siempre han sido un regalo  especial, por su perennidad y su transmisión  entre generaciones, las joyas de la colección  Menottes dinh van, además de formar parte  de un legado, añaden el valor emocional de poder compartirlas en un mismo espacio  de tiempo. Las joyas compartidas son testigos  silenciosos de momentos especiales y relaciones  que perduran a lo largo del tiempo.

La versatilidad y la comodidad de sus diseños,  permite que todos los miembros de una  familia, de un grupo de amigos o de una  pareja, puedan llevar simultáneamente joyas  con un motivo común, reforzando sus lazos en una emotiva experiencia.

La prestigiosa firma de joyería francesa interpreta  la emoción a través de diseños inspirados  en objetos cotidianos. Las creaciones dinh  van se fusionan como una segunda piel en  el día a día, sin importar el género ni la edad,  aumentando la luminosidad y adaptándose a cada  personalidad, para atesorar multitud de historias y  multiplicar el incalculable valor y la magia de un  regalo que será eterno.