Un programa de formación y aprendizaje continua es esencial para que los empleados adquieran nuevos conocimientos y estén mejor preparados para afrontar los cambios y retos de la empresa. Esto está relacionado con la eficacia y productividad de los colaboradores, quienes, al contar con mayor flexibilidad, pueden resolver problemas de manera más eficiente.
Según la Encuesta de Expectativas de Empleo de Manpower Group 2024, el 34% de las empresas indica que el trabajo flexible les ha ayudado a ser más productivos y a optimizar su desempeño. Asimismo, esta modalidad ha permitido ampliar el grupo de candidatos, beneficiando tanto al talento humano como a las competencias de los integrantes de la empresa. Por ello, los mandos intermedios son pilares fundamentales en la estructura organizativa, actuando como enlaces vitales entre la alta dirección y el personal operativo.
“Para fortalecer sus competencias y obtener mejores resultados en la compañía, es fundamental proporcionar a los colaboradores formación continua, acceso a tecnologías avanzadas y un entorno de trabajo que fomente la colaboración y la innovación”, destacó Giancarlo Ameghino, Gerente de Gestión y Desarrollo del Grupo Crosland.
El ejecutivo expresa la importancia de fortalecer el desempeño profesional de los colaboradores para generar un efecto positivo en el ámbito laboral, y comparte cuatro claves para este propósito:
- Desarrollo profesional y liderazgo: Esto puede incluir programas de formación específicos para fortalecer habilidades de comunicación, resolución de problemas, toma de decisiones, gestión del tiempo y liderazgo de equipos. El desarrollo de estas competencias les permitirá liderar con confianza y ejercer una influencia positiva en su equipo.
- Identificar roles y responsabilidades: Los mandos intermedios deben comprenden completamente las metas y objetivos de la empresa, así como la productividad de sus colaboradores. Esto les ayudará a alinear sus acciones y decisiones con la visión y estrategia empresarial, maximizando así su impacto en los resultados globales.
- Comunicación efectiva: Consiste en fortalecer las competencias de los mandos intermedios. Estos deben ser capaces de transmitir claramente información y expectativas en conjunto, considerado a los directivos y miembros de la organización para garantizar un entorno laboral eficiente.
- Fomentar un ambiente de trabajo en equipo: Promover la participación, la retroalimentación constructiva y el reconocimiento del desempeño, contribuirá a fortalecer el compromiso y la motivación de todo el equipo, lo que se traducirá en mejores resultados para la compañía.
“Al invertir en el crecimiento y empoderamiento de estos profesionales, las empresas pueden mejorar su capacidad para alcanzar sus objetivos empresariales y mantenerse en un mercado competitivo”, agregó el directivo del Grupo Crosland.