La llegada de la pandemia puso en el centro de la escena la necesidad de priorizar el bienestar físico y mental de los colaboradores, algo que algunas empresas ya venían realizando, pero que en su mayoría no se ejecutaba como un plan riguroso, con objetivos concretos y mediciones para encontrar oportunidades de mejora. Salir adelante después de lo que trajo el COVID es una tarea que requiere trabajo en equipo y esto no es ajeno a los líderes corporativos.

Como se explica en el artículo “Apoyar el bienestar integral de los empleados incluye fomentar el equilibrio entre el trabajo y la vida”, un lugar de trabajo híbrido, con colaboradores que trabajan tanto en la oficina como desde casa, es la visión principal a futuro. Y esto significa más que habilitar a los empleados con la tecnología adecuada que necesitan para hacer su trabajo desde casa. El texto menciona al menos tres aspectos fundamentales a tener en cuenta para trabajar la salud mental en las empresas: resiliencia, miedo y autocuidado. Estas tres cuestiones reflejan lo importante que es escuchar y respetar a las personas, ponernos en su lugar para saber qué es lo mejor que les podemos brindar para un óptimo desempeño social y laboral.

Estas son algunas de las iniciativas que hemos implementado en IBM, colocando especial atención en salud mental, músculo-esquelética y cardiovascular, y que pueden ayudar a otras empresas a abordar estos desafíos.

  1. Crear canales y fuentes de información únicos, claros, concisos y de fácil acceso.

Implementamos el programa regional Wellbe en Latinoamérica este año, con el fin de proporcionar a los empleados una sola fuente de información sobre las actividades disponibles para ellos; en relación a estos tres pilares mencionados, en nuestra región tenemos necesidades muy específicas relacionadas con la salud músculo-esquelética.

  1. Incentivar las ‘pausas’ en la jornada laboral.

Los colaboradores pasan mucho tiempo frente a sus pantallas, por eso hemos trabajado en conjunto con distintas entidades y a través del equipo médico de IBM para proporcionar sesiones de pausas activas con una regularidad mínima de una sesión por semana, las cuales son grabadas en vivo y posteriormente proporcionadas a través de la página del programa Wellbe. De esta manera, buscamos prevenir la afectación a la salud por esta causa; en este mismo sentido, nuestra región presenta un reto de salud pública en cuanto a enfermedades cardiovasculares como infarto, evento vascular cerebral e hipertensión, el sedentarismo y el acceso sencillo a alimentos de bajo valor nutricional pero alto índice glucémico ha disparado también el riesgo de padecer alguno de estos diagnósticos.

  1. Incorporar dentro de la organización a profesionales con experiencia en salud mental.

Salud mental es un rubro donde hemos puesto un especial foco para acompañar y estar cerca de nuestra población. La organización cuenta con un equipo global de psicólogos organizacionales y de un management system con grupos de expertos en riesgos específicos como los psicosociales, y es a través de estos grupos como se establece una estrategia global a la que nos adherimos. Esta estrategia incluye por ejemplo certificaciones internas como el «Mental Health Ally Badge» que busca incrementar el conocimiento sobre salud mental, disminuir el estigma en nuestra población hablando al respecto y permitir un involucramiento de los colaboradores para ayudarse unos a otros, conociendo las herramientas a las que tienen acceso y los datos en los que hay que poner atención en el día a día para ellos mismos y su entorno. Sobre este mismo tema proporcionamos webinars enfocados en temas específicos de salud mental como ansiedad, estrés, burnout, prevención de suicidio, primeros auxilios psicológicos, resiliencia, entre otros.

La situación dinámica en las condiciones y necesidades a lo largo de toda la región han demandado una flexibilidad y adaptación de nuestra estrategia en función de los cambios en los contextos y las realidades de cada país. Entonces, ¿qué podemos hacer para abordar estos desafíos? Desarrollar enfoques innovadores y colaborativos será la principal demanda. La flexibilidad es un requisito muy presente entre las nuevas condiciones de los trabajadores y nosotros como líderes debemos escucharlos y proporcionar las herramientas que puedan ayudar a los colaboradores a sobrellevar estos desafíos y convertirlos en oportunidades de crecimiento.