Los peruanos conducen, en promedio, 3 horas diarias, en el caso de los taxistas pueden manejar hasta 12 horas al día, así lo afirma el especialista Edinson Quiroga, gerente de servicios de salud del centro médico San Judas Tadeo. “Pasar mucho tiempo al volante ocasiona problemas en el estado físico que deben ser detectados de manera oportuna. Esto permitirá cuidar la salud del conductor, así como prevenir accidentes de tránsito que ponen en riesgo su vida, la de sus pasajeros y de los peatones”.
El pasado 1 de octubre venció la prórroga para la revalidación y la recategorización de las licencias de conducir de clase A y B y las licencias de conducir de categoría especial. De acuerdo con el especialista, “esta es una oportunidad para que los conductores que, por la pandemia, no han podido pasar por los exámenes médicos detecten oportunamente condiciones desfavorables y conozcan su idoneidad para el manejo”.
En ese sentido, el especialista Quiroga lista a continuación cinco padecimientos comunes entre los conductores:
- Problemas visuales. Con el paso de los años se acentúan los problemas de miopía, astigmatismo, presbicia, catarata y glaucoma. Muchas veces quienes requieren lentes no los utilizan porque indican que sienten incomodidad. Sin embargo, no usarlos, o emplear una medida incorrecta, puede afectar en la salud visual y, en casos graves, ocasionar accidentes de tránsito. Es común, luego de los 40 años, que el nivel de agudeza visual empiece a disminuir.
- Enfermedades relacionadas al sedentarismo. La falta de movimiento relacionado a las constantes horas sentados durante el manejo puede producir lesiones musculares y cardiovasculares, además de ello los conductores pueden ser más propensos a sufrir sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión e incluso infartos agudos de miocardio.
- Problemas psicológicos. El estrés de conducir largas horas en ciudades congestionadas puede desencadenar ansiedad, ataques de pánico e incluso depresión en quienes manejan. La exploración, con la aplicación de los test psicológicos, detecta a tiempo estos problemas y el conductor puede buscar apoyo personalizado con un especialista para la gestión de su salud mental.
- Problemas con el sistema nervioso. Algunas personas presentan problemas en el sistema nervioso como enfermedades neuromusculares, epilepsia, secuelas de accidentes cerebro vasculares o espasmos. Estas alteraciones requieren de una evaluación continua ya que pueden afectar la capacidad de respuesta y la coordinación al conducir. Además, en casos de enfermedades degenerativas como el Parkinson o el Alzheimer, quienes las padecen deben dejar de conducir pues ponen en riesgo su vida y la de los demás.
- Alteraciones del sueño. Los problemas para dormir como la apnea del sueño, el insomnio o modificar los horarios para descansar provocan somnolencia durante el día, alteraciones en la visión, reducción de la velocidad de reacción, de coordinación y de atención en los conductores. Muchos accidentes tienen su origen en estas complicaciones por lo que es necesario identificarlas a tiempo.
El descarte de estas enfermedades se realiza en el examen médico para brevete, tanto como para conductores nuevos como para revalidación y recategorización. Quienes pasan por pruebas físicas y psicológicas para demostrar su idoneidad en la conducción.
“La mala postura, la falta de chequeos periódicos, el estrés propio de conducir en ciudades con alto tránsito, el no realizar evaluaciones regulares de la visión, entre otros, contribuyen al desarrollo de enfermedades entre que pueden ser detectadas durante el examen. De ahí la importancia de esta evaluación”, finaliza el especialista Quiroga.