Cada 15 de febrero se conmemora el Día del Cáncer Infantil, fecha que nos invita a reflexionar sobre los desafíos a los que se enfrentan los niños y adolescentes que padecen de esta enfermedad. Además, se busca visibilizar las brechas en aspectos como detección temprana, diagnóstico y tratamiento.
Según el Ministerio de Salud, en el Perú 1800 niños son diagnosticados con cáncer al año. Si se detecta a tiempo, existe un 80% de probabilidades de curación. Sin embargo, en el Perú la situación resulta menos favorable debido a los altos niveles de pobreza y la falta de recursos e instrumentos para una detección temprana.
Distintas asociaciones, fundaciones, iglesias y hogares buscan dar apoyo y acoger a los cientos de niños de todo el Perú que deben venir a Lima en busca de tratamiento ante la falta de atención especializada en sus regiones de origen.
“Hay niños que no tienen dónde quedarse. Sus padres duermen en carpas o en hostales cerca al hospital donde están con tal de estar cerca de la institución. Muchas veces se ven obligados a regresar a sus cuidades de origen al no contar con los recursos para poder quedarse en Lima y, lamentablemente, muchos no regresan, interrumpiendo o incluso abandonando los tratamientos”, comenta María del Carmen Velandres, Gerente de Casa Magia.
Ante esa necesidad es que surgió la iniciativa de Magia – Asociación de Voluntarias por los Niños con Cáncer, de crear un albergue diseñado y construido especialmente para recibir a los pacientes junto a un acompañante (mamá, papá o tutor). “Casa Magia nace en el 2016 con el fin de que nuestros niños provenientes de provincia sin recursos no se queden sin tratamiento”, agrega la Sra. Velandres.
María del Carmen, que se desempeñó por casi 30 años como Enfermera Jefe de Oncología Pediátrica en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), actualmente Gerente de Casa Magia, explica que en el albergue se brinda a los niños una atención especializada, segura e integral para que puedan cumplir con sus tratamientos en óptimas condiciones y poder finalmente tocar la campana.
“En Casa Magia los niños siguen siendo niños, hacen amigos, se distraen. Algunos llegan de la quimioterapia de frente a jugar, parece que no tuvieran nada”, concluye María del Carmen. Y es que ellos llegan a un hogar que los acoge y recibe con los brazos abiertos, que les brinda esperanza, seguridad y confianza durante el proceso terapéutico para poder cantar victoria.
En el Día del Cáncer Infantil pensemos en todos aquellos niños que hoy en día luchan junto a sus familias por un tratamiento digno y la atención que merecen. En nuestro país es necesaria la mejora de la atención oncológica infantil y el acceso a tratamientos para todos los niños y adolescentes.