La diabetes, una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en el mundo, ha tomado características de una pandemia silenciosa en Perú. A pesar de los esfuerzos por controlar y detectar esta condición, un preocupante número de peruanos sigue sin conocer su diagnóstico. De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud (MINSA), en Perú, más de un millón de personas padecen diabetes, y se estima que alrededor del 50% desconoce su condición.

Esta falta de diagnóstico temprano incrementa el riesgo de complicaciones graves relacionadas con la enfermedad. Según datos del estudio iCaReMe realizado por AstraZeneca en Perú, sólo un 46.8% de los diabéticos peruanos tienen sus niveles de azúcar controlados, y además los pacientes con diabetes bajo tratamiento presentan una alta carga de comorbilidades que incrementan el riesgo de eventos cardiorrenales y mortalidad. De estos, el 86.3% padece hipertensión, el 15.4% tiene antecedentes de insuficiencia cardíaca y el 74.6% sufre de enfermedad renal crónica. Además, más de la mitad (56.2%) presenta niveles de presión arterial superiores a los recomendados por diferentes expertos (<130/80)

“El manejo adecuado y temprano de la diabetes es esencial para prevenir complicaciones graves que pueden afectar el corazón y los riñones. Si no se controlan, la diabetes y otros factores de riesgo cardiovasculares, se incrementa significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular, insuficiencia renal crónica y falla cardíaca, condiciones que afectan la calidad de vida y aumentan la mortalidad de quienes la padecen” asegura Diego Caro, Gerente Médico del área Cardio Renal Metabólico de AstraZeneca.

A continuación, Diego Caro presenta 3 datos clave para un manejo oportuno de la enfermedad, y evitar complicaciones que pueden derivar de la enfermedad:

  • Controlar la presión arterial y la glucosa para reducir el riesgo de
    complicaciones cardiovascular

La diabetes incrementa el riesgo de sufrir falla cardíaca al dañar los vasos sanguíneos y el corazón. Mantener niveles óptimos de presión arterial, colesterol y azúcar en sangre disminuye la carga sobre el sistema cardiovascular y mejora la salud cardíaca a largo
plazo

  • Adoptar una dieta saludable

Reducir el consumo de sodio y azúcares refinados ayuda a evitar el aumento de colesterol y el daño en vasos sanguíneos, controlando así la hipertensión y reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares y renales. Una dieta rica en frutas, verduras, fibras y grasas saludables mejora la salud general y protege órganos vitales​

  • Prevenir el avance de la enfermedad renal crónica con revisiones
    periódicas

La diabetes es un factor de riesgo de enfermedad renal crónica, debido al daño progresivo en los riñones. Evaluar regularmente la función del riñón mediante examen de proteínas en orina y creatinina en sangre permite detectar problemas tempranamente y tomar acciones para ralentizar su avance y evitar complicaciones como la diálisis.

El impacto silencioso de la diabetes en el país requiere mayor concientización, prevención y acceso a servicios de salud especializados para evitar que esta condición continúe afectando a más personas sin ser detectada.