Los niños y niñas de hoy enfrentan desafíos únicos en su salud. Entre los videojuegos que los mantienen sentados durante horas, el bombardeo constante de publicidad digital de alimentos ultra procesados y una vida cada vez más sedentaria, no es sorprendente que la diabetes infantil se haya convertido en una preocupación creciente para padres, madres y profesionales de la salud.
Informes recientes de la Dirección General de Epidemiología (DGE) indican un incremento en los casos de diabetes tipo 1 en menores de edad, impulsado en parte por factores de riesgo como la obesidad infantil, una dieta poco saludable y la falta de actividad física. Mientras que la diabetes tipo 2, consideraba una enfermedad exclusiva de adultos, ahora afecta a un número cada vez mayor de niños y adolescentes. Según el Instituto Nacional de Salud del Niño, hace una década se registraban solo tres casos anuales, al cierre del 2023 esta cifra se cuadruplicó, alcanzando los 12 pacientes por año.
“Lo más preocupante es que, a diferencia de la diabetes tipo 1 que tiene un fuerte componente genético, el tipo 2 está estrechamente relacionada con hábitos de vida que podemos modificar. No se trata de implementar dietas restrictivas ni regímenes de ejercicio extremos, sino de adoptar hábitos saludables que toda la familia pueda mantener a largo plazo”, afirma la nutricionista Karen Moran, docente de la carrera de Nutrición y dietética del Instituto Carrión.
Teniendo en cuenta ello y en torno al Día Mundial de la Diabetes (14 de noviembre), la especialista brinda cinco consejos para prevenir la diabetes infantil:
- Fomenta una alimentación equilibrada. No se trata de prohibir, sino de equilibrar. Incorpora una variedad de frutas y verduras frescas en la dieta diaria de tus hijos. Estos alimentos, además que son nutritivos, también ayudan a mantener niveles saludables de azúcar en sangre. La clave está en hacer que estos alimentos sean atractivos y accesibles para los niños.
- Recuerda: menos procesados, más salud. Los alimentos y bebidas ultra procesadas pueden ser tentadores, pero son los principales enemigos de una buena salud. Reduce gradualmente su consumo de bebidas azucaradas, dulces y snacks con alto contenido de grasas. Una buena estrategia es brindarles alternativas saludables en casa: frutas frescas, frutos secos naturales y agua.
- Motívalo a estar en movimiento. La actividad física regular es fundamental para prevenir la diabetes. No necesitas inscribir a tus hijos en costosos programas deportivos; bailar en casa, jugar en el parque o andar en bicicleta son excelentes opciones. Lo importante es que el ejercicio sea constante y, sobre todo, divertido para los niños y niñas.
- Realiza visitas preventivas al médico. Si tu familia tiene antecedentes de diabetes o notas señales de alerta como cansancio inusual, sed excesiva, cambios en el peso de tu hijo o, en algunos casos, manchas oscuras en su piel, acude a un especialista. Las revisiones médicas regulares son especialmente importantes si hay historia familiar de diabetes.
- Ayúdalo mantener un peso saludable. Mantener un peso adecuado es esencial en la prevención de la diabetes tipo 2, que está cada vez más presente en la población infantil. Esto no significa poner a los niños a dieta permanente y estricta, por lo que es indispensable crear hábitos saludables que toda la familia pueda seguir.
“Para desarrollar un hábito saludable, lo primero y más importante es que se genere la predisposición de los cuidadores y de la familia. Es necesario que los productos alimenticios que se seleccionen en el hogar, así como los tipos de preparación y el momento de consumirlos estén basados en una alimentación saludable”, menciona la especialista del Instituto Carrión.