Cada 23 de agosto se celebra el Día del Internauta, fecha que conmemora la primera publicación de la página web en el mundo, siendo uno de los mayores logros tecnológicos de la humanidad.

En los últimos años, las tendencias del internauta han variado debido al avance tecnológico y la globalización. Las generaciones han sabido adaptar sus necesidades a los diferentes escenarios digitales presentados, especialmente los que se suscitaron debido al Covid-19.

Bajo este contexto, la consultora de comunicación, marketing digital y asuntos públicos, LLYC, ha logrado identificar tres tendencias que describen el comportamiento del usuario de internet este año:

  • Mayor rapidez en las compras: El 2020 fue un año donde la necesidad y la urgencia de la digitalización de las compras para los consumidores aumentó. Sin embargo, hoy nos encontramos ante un nuevo paso en esta transición: el valor del tiempo. Los consumidores parecen estar cada vez menos preocupados por el lugar en sí mismo y han pasado a darle mayor relevancia al “cuándo”, gran parte de consumidores optarán por realizar una compra virtual y realizar el pago por el mismo canal, siempre y cuando el comprador tenga la seguridad de recibir o recoger el producto en la fecha estipulada.

  • El consumo de los memes: Más allá de lo divertidos y elocuentes que resultan los memes, estos se han convertido en referentes explícitos de la cultura popular que se difunde por las redes sociales. La fuerza de los memes está anclada en su capacidad ilimitada de creación instantánea de mensajes a partir de referencias comunes que gozan de un impacto muy elevado en la cultura digital. Hoy en día, una persona ve al menos un meme al día, convirtiéndose en una herramienta dinámica que genera engagement con cualquier consumidor.

  • Comercio social: es una práctica que el entorno digital ha potenciado, básicamente, porque este lo facilita. Implica basar la conversión directamente en el contenido. Instagram y el marketplace de Facebook  son los canales que mejor han resuelto este tema, ya que al estimular visualmente al consumidor, le brindan las herramientas para poder comprar lo mismo que están viendo en la imagen, lo que provoca compras de impulso.

“Es importante tener en cuenta  que las tendencias no son permanentes, estas son como una “fotografía”; muestran el perfil actual del consumidor, pero no significa que sea estático”, comentó Alvaro Olivares, Director de Influencia Digital en LLYC Perú.