En la continua búsqueda y retención del mejor talento, las organizaciones ponen en marcha diversas políticas, herramientas y mecanismos orientados a ser atractivos en el mercado laboral; lo que llamamos tener una “marca empleadora positiva”.

Eliana Espinoza, Consultora de LHH DBM Perú,  señala que la marca empleadora positiva se crea y se desarrolla al ofrecer a los colaboradores actuales y potenciales, una propuesta de valor atractiva.  

¿Qué hace atractiva a una empresa? Su propósito, que favorezca el aprendizaje y crecimiento profesional, condiciones remunerativas, ambientes de trabajo adecuados y seguros; y por supuesto con un peso importante, una cultura de colaboración y respeto por el colaborador.

“Respeto en la atracción, selección e incorporación del talento, a través del cumplimiento de las condiciones pactadas; respeto en el día a día y respeto incluso en escenarios complejos, donde las compañías requieren tomar decisiones difíciles como dejar ir al mejor talento por redefinición de perfiles, restructuraciones, cierre de unidades de negocio, etc.; cambios necesarios para responder a condiciones del mercado y del negocio”, puntualizó.

En el tema de prácticas respetuosas y de soporte, cuando toque desvincular a colaboradores, señala la especialista, surge el concepto de outplacement o transición de carrera, servicio que contratan cada vez más las empresas responsables, cuando tienen que hacer cambios que implican dejar ir a personas valiosas.

“Este servicio brinda a los colaboradores que dejan la empresa, herramientas y

acompañamiento para recolocarse, emprender, elaborar un plan de vida y mejorar su nivel de empleabilidad. Es una manera de respaldar a las personas que han trabajado lealmente. Al otorgar un programa de outplacement, las empresas le dicen al mercado que estas personas son valiosas, y que, justamente agradeciendo sus servicios, las apoyan para que continúen con sus carreras”, expresó.

Un programa profesional de outplacement – señala- da soporte desde el proceso de anunciar la desvinculación, asesorando a los ejecutivos para que ésta se produzca de forma respetuosa, lo que impacta al colaborador que sale, y también a quienes se quedan, y que ven el trato y respeto que se da a las personas desvinculadas y piensan: si la empresa alguna vez tiene que prescindir de mis servicios, recibiré también consideración y respeto; lo que fortalece la marca empleadora, tanto fuera como dentro de la empresa.

“El respeto al colaborador, es sin lugar a duda, un rasgo clave de toda marca empleadora positiva”, finalizó.