Lima.- El 2020 representó un año de retos para las empresas, a todo nivel y el 2021 no es la excepción. El mercado de la seguridad, ha tenido una transformación que no se ha detenido, dados los nuevos estándares de bioseguridad en las zonas de trabajo, se proyecta que estos servicios experimenten un mayor crecimiento. A pesar de las obvias interrupciones causadas por la Covid-19, el futuro del servicio de seguridad privada parece brillante en los próximos años ya que se enfrenta a una rápida expansión de nuevas ideas, tecnologías y modelos económicos.
Ahora las empresas buscan contratar servicios integrados para reducir el impacto económico y la preocupación de tener a varias compañías dentro de sus operaciones. Para Alfredo Salgado, gerente general del Grupo EULEN Perú, una empresa que hace autogestión de seguridad puede generar que sus clientes ahorren costos, incrementen su productividad, minimicen los riesgos, variabilicen el costo fijo e incrementen la flexibilidad, además de permitirle a la organización enfocarse en su core business.
“Determinar un porcentaje de ahorro para una empresa va a depender de diferentes factores como: el sector al que pertenece la empresa, la cantidad de personal que la compañía se está ‘ahorrando’ en el proceso de tercerización, entre otros. Con uno de nuestros clientes, por ejemplo, logramos generar ahorros por encima del 15% anual en sus costos operativos orientados a la seguridad”, puntualizó.
Existen nichos de mercado en los que se visualiza mayores oportunidades para el negocio de seguridad. Esto sobre todo en el sector industrial, ya que hoy más que nunca la protección y el bienestar de los empleados es esencial, enfatizar en el uso apropiado del EPP (Equipo de protección personal), en complemento de los procedimientos técnicos y operativos competentes para la actual coyuntura y otras precauciones de prevención de accidentes laborales y control de infecciones resulta fundamental.
Oferta
Los servicios que se ofrecen normalmente dentro de la industria son: vigilancia privada, resguardo o escolta de personal, centro de control de seguridad integral, sistemas de seguridad electrónica, videovigilancia remota y consultoría. Si bien depende de los sectores donde se brinda, los servicios más solicitado son: vigilantes de seguridad, escoltas de personal, sistemas de seguridad electrónica e informes técnicos sobre seguridad e inteligencia.
Informalidad
Desde hace un tiempo considerable, la informalidad de las empresas de seguridad en Perú es un hecho preocupante, pues más de la mitad del sector empresarial está compuesto por compañías informales dedicadas a prestar este servicio al sector privado. “Lo más alarmante es que también al sector público, por ende, esto supone un alto riesgo para la seguridad e integridad física de los ciudadanos en general, puesto que todas estas ‘compañías de seguridad’, no cuentan con la capacitación pertinente y acorde con las regulaciones y estándares de seguridad mínimos que el servicio amerita y las regulaciones de ley correspondientes, que las categoricen como aptas para desarrollar este servicio”, indica el experto.
Retos
Las empresas dedicadas formalmente al rubro, en Perú, mueven más de 400 millones de dólares al año y en él participan más de 1,000 compañías de seguridad registradas. Sin embargo, aún existen limitantes como los factores sociales; es decir, la tasa de delincuencia, amenazas de seguridad y percepciones; la falta de nuevas tecnologías y la poca ampliación del ámbito de la seguridad privada.
“Para nosotros como EULEN Seguridad, marca del Grupo EULEN Perú, el reto está en sostener el negocio y garantizar de manera segura las operaciones de nuestros clientes actuales y de aquellos que logremos captar, en una coyuntura económica desafiante, donde experimentamos mucha volatilidad en los precios”, concluye Salgado.