Si adaptarse a los cambios que provoca la pandemia por la COVID-19 no es fácil para la mayoría de personas, para los adultos mayores con demencia resulta un verdadero desafío. El deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) les impide entender las medidas de prevención, incrementando su ansiedad y estrés, informó el Ministerio de Salud (Minsa).

Cristopher Salirrosas, médico psiquiatra de la Dirección de Adultos y Adultos Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) del Ministerio de Salud (Minsa) explicó que la demencia afecta la memoria, la orientación, la compresión, el cálculo y varios dominios cognitivos, que afecta su capacidad para entender lo que sucede en su entorno.

Cuando se les repite las medidas sanitarias frente al COVID-19, para muchos de ellos es como si se les dijera por primera vez porque tienen limitada su capacidad para fijar y evocar la información nueva en su memoria.

“Les resulta difícil entender el aislamiento, o por qué tiene que protegerse con mascarilla y lavarse las manos. Se olvidan fácilmente de las instrucciones recibidas. Ese contexto puede generarles mayor ansiedad, extrañeza y frustración, mostrándose irritables y con descontrol de impulsos” subrayó.

No obstante, pese a que no pueden comprender con claridad lo que ocurre en su entorno, y tienen limitadas capacidades para transmitir sus inquietudes a los demás, los adultos mayores con demencia sí pueden percibir la atmósfera del hogar y captar las emociones como el miedo o preocupación que reflejan sus familiares ante la pandemia.

Recomendaciones

El especialista recomendó a los familiares o cuidadores respetar el distanciamiento e higiene y en caso de los adultos mayores ser más cuidadosos con las medidas sanitarias.

También aconsejó rediseñar rutinas diarias de acuerdo al contexto actual, dado que desde hace seis meses se ha cortado su interacción fluida con el entorno exterior. Por ejemplo, se pueden establecer horarios para dormir y despertar, alimentarse y estimular la actividad física de acuerdo a sus capacidades, por lo menos 30 minutos al día.

Otra sugerencia para los familiares es buscar apoyar en la estimulación cognitiva mediante la lectura y los juegos de mesa, que les permita mantenerse activos durante el día. Y darles estímulos perceptivos auditivos y visuales positivos como música de su agrado o realizar alguna actividad artística en casa. “Se debe evitar la sobrecarga de noticias acerca del sufrimiento que sobrellevan las demás personas frente a esta pandemia”, acotó.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 50 millones de personas en el mundo sufren de demencia y cada año se registran 10 millones de nuevos casos.