La eliminación de tatuajes no es un juego de niños, se tiene que tomar una decisión apropiada para borrar definitivamente aquel dibujo grabado en nuestra piel. Afortunadamente existe la remoción de tatuajes con el láser Ndyag Fotona que permite quitar la tinta de los diseños en cualquier parte del cuerpo. El procedimiento fragmenta los pigmentos, que son eliminados por los macrófagos, células de la sangre que metabolizan estas partículas borrando tatuajes de todo tipo, color o tamaño. ¡Un regalo perfecto para papá!
La doctora Giulianna Berrocal, del Centro de Medicina Estética de la Clínica Ricardo Palma, nos brinda detalles de este novedoso tratamiento.
- Primero se evalúa el tamaño del dibujo, los colores que lo componen y la profundidad del pigmento. Además, se revisa la antigüedad del diseño; cuanto más tiempo tenga un tatuaje, más antigua será la tinta y, por lo tanto, más fácil de borrar. Sin embargo, debemos tener en cuenta el tono de piel de la persona, pues si es de color aceitunado o muy oscuro, puede sufrir alteraciones en la pigmentación de su piel.
- La remoción de tatuajes no es dolorosa, pues se aplica frío en la zona a tratar mientras se realiza el procedimiento. También, se puede aplicar una crema anestésica 90 minutos antes de iniciar la sesión con el fin de minimizar alguna molestia en la piel.
- El tiempo del tratamiento es muy variable, y depende del tamaño, de los colores empleados, la zona, el tono de piel y la profundidad del diseño. La duración de las sesiones depende del tamaño del dibujo que se quiere eliminar. Por ejemplo, para un tatuaje con una superficie de 100 cm2, el tiempo estimado será entre 15 a 20 minutos y se necesitarán de 5 a 6 semanas para borrarlo completamente.
- Este procedimiento es eficaz y no dejará cicatriz. El paciente tiene que evitar exponerse al sol y debe seguir todas las indicaciones del especialista sobre cómo proteger la zona tratada. Asimismo, probablemente le recomendará utilizar cremas regeneradoras para la hidratación de dicha zona.
- La ventaja de este procedimiento es que el paciente puede volver a tatuarse la misma zona, si lo desea. La única excepción sería que la persona tenga un efecto de remisión, cicatriz causada por el láser, en esa circunstancia no se podría volver a tener un tatuaje en el área.
- Se recomienda buscar centros que tengan la mejor aparatología, conocimiento y experiencia en remoción de tatuajes, a fin de evitar algún tipo de complicación. El especialista experimentado conoce qué nivel de potencia debe emplear para la eliminación de los colores que componen el tatuaje.
- Debemos tener en cuenta que los colores más fáciles de eliminar son el azul y el negro, mientras que el rosado, blanco y el amarillo son muy difíciles de borrar en su totalidad pues estos pigmentos son más resistentes al láser, en este caso el resultado no estaría garantizado.