En el marco del Día Mundial sin Cigarros, Philip Morris México ha detenido por 24 horas la producción nacional de Marlboro, su marca más emblemática y vendida, la cual se fabrica en Zapopan, Jalisco, la planta número uno de producción de cigarros de América Latina.

Esta acción, que implica dejar de producir más de 35 millones de cigarros, busca reiterar el compromiso de la compañía dejar de producir cigarros en el futuro, y centrar sus esfuerzos e inversión en innovación para el diseño, desarrollo, evaluación científica y comercialización de productos de menor riesgo, para avanzar hacia un futuro libre de humo.

“Tenemos el compromiso de sustituir los cigarros por productos alternativos que disminuyan el riesgo de daño a la salud de los adultos que de otra manera seguirán fumando. Hoy estamos suspendiendo parte de nuestra manufactura como un acto simbólico para reiterar nuestro compromiso futuro y para invitar a autoridades, fumadores, y sociedad civil a unirse al cambio. Los fumadores merecen tener acceso a productos alternativos menos dañinos y esa es nuestra apuesta. Estamos convencidos de que un México sin cigarros es posible. Pero para construirlo hace falta que el diálogo alrededor de los productos alternativos se construya desde la evidencia científica, desde la regulación clara y desde la información objetiva”, afirmó Catalina Betancourt, vicepresidenta de Asuntos Externos de Philip Morris México.

Conforme a las cifras oficiales más recientes, presentadas en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT, 2018), en México hay 15 millones de fumadores adultos. Si el objetivo es reducir la incidencia de fumadores y generar un impacto en la salud pública del país, los fumadores adultos deberían tener acceso a las alternativas de consumo de tabaco y nicotina ya existentes. Los cigarros electrónicos, los vapeadores y los productos de tabaco calentado tienen el potencial de ser mejores opciones para que los fumadores sustituyan el cigarro y reduzcan el riesgo de daño a su salud, pues al eliminar la combustión del tabaco y la generación de humo, se reduce significativamente la exposición a los tóxicos que producen las enfermedades asociadas a fumar.

Una política de reducción de daño que incorpore una regulación basada en evidencia para estos productos alternativos al cigarro, sumada a las políticas actuales de prevención y cesación, acelerarían la reducción de la prevalencia de fumadores en México. En el mundo, cada vez más países actualizan su regulación para que los fumadores tengan acceso e información sobre los productos alternativos al cigarro. Algunos de los más exitosos han sido Japón, Nueva Zelanda, y el Reino Unido.

“Lo mejor siempre será dejar de fumar, pero hay muchos fumadores que seguirán haciéndolo. Trabajamos para ofrecer a estos fumadores alternativas de consumo de menor riesgo de daño, como nuestro dispositivo de calentamiento de tabaco IQOS. Estamos convencidos de que un futuro sin cigarros es posible y por eso invitamos a las autoridades, a los fumadores, a la comunidad médica y a la sociedad en general a tener un debate, informado y basado en evidencia, al respecto. Ignorar los avances tecnológicos y la innovación que ya existen en esta industria es ignorar a los 15 millones de fumadores que hoy y mañana encenderán un cigarro”, puntualizó Betancourt.

Con acciones como el cierre de la producción en su planta, Philip Morris México reitera su compromiso por alcanzar un México sin cigarros y un futuro libre de humo. Además, continúa con su iniciativa Hablemos, que tiene el propósito de crear conciencia en los fumadores adultos sobre la existencia de mejores alternativas de consumo de tabaco y nicotina.