Ir al cine es una de las actividades más disfrutadas por los peruanos, pero ¿alguna vez te has preguntado cómo llegaron a consolidarse las principales cadenas de cines en Perú? A lo largo de las décadas, la industria cinematográfica ha evolucionado desde salas pequeñas e independientes hasta modernos complejos multisala con funciones en 3D, pantallas gigantes y formatos premium como IMAX y 4DX.
Hoy exploramos el recorrido de las principales cadenas de cine del país, su expansión y el papel que juegan en la cultura del entretenimiento peruano.
El inicio: de los cines barriales a las multisalas
Hasta mediados de los años 90, el cine en Perú se vivía en espacios más tradicionales. Las salas únicas, muchas veces ubicadas en el centro de las ciudades, eran los principales puntos de encuentro para ver películas nacionales e internacionales. Cines como el Roma, Excelsior o Coloso son recordados con nostalgia por generaciones que vivieron su época dorada.
Con la llegada de los centros comerciales y el desarrollo urbano, el modelo de negocio cambió radicalmente. Las cadenas de cines comenzaron a implementar complejos multisala, integrándose a la vida comercial y social de las ciudades. Esto permitió ofrecer más funciones, mayor diversidad de películas y comodidad para el espectador.
Cineplanet: pionero y líder en el mercado
Fundada en Perú en 1999, Cineplanet fue una de las primeras cadenas en adoptar el modelo multisala de forma masiva. Su estrategia fue clara: ofrecer funciones accesibles, presencia en regiones clave y un sistema de fidelización que conecte con el público.
A lo largo de los años, Cineplanet se ha expandido por todo el país, con más de 30 complejos en Lima, Arequipa, Trujillo, Cusco, Piura, Ica y otras ciudades. Ha apostado por la innovación tecnológica (como salas Prime y 3D) y por una experiencia completa que incluye venta en línea, combos atractivos y app propia para reservas.
Además, es una de las pocas cadenas que mantiene un compromiso sostenido con el cine peruano, incluyendo películas nacionales en su programación.
Cinemark y Cinépolis: tecnología e inversión extranjera
Cinemark, de origen estadounidense, llegó a Perú ofreciendo una propuesta de valor distinta: tecnología de punta y calidad de proyección. Sus salas XD (Extreme Digital Cinema), proyectores láser y sonido envolvente lo posicionaron como una opción premium para los fanáticos del cine.
Aunque tiene menos sedes que Cineplanet, su presencia en ciudades clave como Lima, Arequipa y Trujillo ha consolidado una audiencia fiel que valora la experiencia cinematográfica por encima del precio.
Cinépolis, de origen mexicano, ingresó posteriormente al mercado peruano con una visión similar. Sus salas VIP, butacas reclinables y combos gourmet apuntan a un público que busca comodidad y exclusividad. Además, ha apostado por funciones alternativas como conciertos en vivo, funciones para bebés y proyecciones temáticas.
UVK Multicines: enfoque cultural y presencia local
UVK nació como una cadena 100% peruana con un enfoque particular: dar espacio al cine independiente, nacional y de autor. Aunque no tiene la misma infraestructura moderna que otras cadenas, ha sido clave para mantener vivo el interés por el cine peruano y latinoamericano.
Con complejos en Lima y algunas regiones, UVK también ha participado en festivales de cine y alianzas culturales. Si bien su expansión ha sido más limitada, se mantiene como un actor importante en la escena cinematográfica local.
Cadenas emergentes y cines regionales
En los últimos años, han surgido operadores más pequeños como Movie Time o Cine Star, que han sabido cubrir la demanda en ciudades intermedias y zonas donde las grandes cadenas aún no llegan. Estas marcas ofrecen una experiencia más sencilla, pero cumplen un rol importante al descentralizar el acceso al cine.
Algunas apuestan por precios accesibles, promociones constantes y la proyección de películas populares, acercando el entretenimiento a públicos que antes no tenían opciones cercanas.
Perspectivas a futuro: entre la digitalización y la experiencia
La pandemia del COVID-19 supuso un fuerte golpe para las salas de cine, obligando a reinventar modelos, digitalizar procesos y fortalecer protocolos de bioseguridad. Sin embargo, la recuperación ha sido constante, y hoy las cadenas apuestan por experiencias más completas para competir con el streaming.
Apps móviles, venta anticipada de entradas, experiencias sensoriales como 4DX, funciones temáticas y la mejora continua de los espacios han sido parte de esta evolución.
El reto actual para las cadenas de cines en Perú es mantenerse relevantes, continuar expandiéndose en regiones no cubiertas y mantener el vínculo con los públicos jóvenes, más exigentes y acostumbrados al contenido bajo demanda.
El cine sigue vivo
Lejos de desaparecer, las salas de cine se siguen reinventando. Y en Perú, las principales cadenas han demostrado su capacidad de adaptarse a los cambios, ofrecer experiencias memorables y acercar el séptimo arte a todos los rincones del país.
Ya sea en una gran ciudad o en una localidad intermedia, siempre hay una pantalla lista para recibir a quienes aman el cine. Porque en el Perú, el cine sigue siendo una experiencia colectiva que emociona, conecta y evoluciona.
