En los últimos años aproximadamente 30 mil bebés nacen antes de las 37 semanas de gestación en el Perú, lo que los coloca en una condición de vulnerabilidad frente a enfermedades neurológicas, respiratorias, oftalmológicas, renales, digestivas y otras. A nivel nacional, el nacimiento prematuro sigue siendo la principal causa de mortalidad neonatal e infantil, un problema que se agrava ante la falta de implementación de recursos humanos y materiales especializados, lo que requiere la implementación del reglamento de la Ley N.° 31856, que busca garantizar su atención integral.

La Ley N.° 31856 fue promulgada en julio de 2023, tiene como objetivo asegurar un cuidado óptimo y seguimiento especializado para los recién nacidos prematuros. Sin embargo, más de dos años después, su reglamento aún no ha sido aprobado. Aunque el Minsa publicó un proyecto para recibir comentarios en mayo de 2025, su implementación definitiva sigue pendiente, lo que limita la aplicación efectiva de la ley en los hospitales y centros de salud del país.

“Los bebés prematuros requieren atención inmediata y multidisciplinaria desde el primer minuto de vida: médicos neonatólogos y otros especialistas, enfermeras y otros profesionales trabajan en equipo para garantizar su desarrollo. Cada día sin un reglamento aprobado significa una oportunidad perdida para mejorar la sobrevida de estos niños”, destacó el Dr. Juan Rivera, presidente de la Sociedad Peruana de Pediatría.

Los especialistas explican que un bebé se considera prematuro cuando nace antes de las 37 semanas de gestación, y que existen diferentes niveles de prematuridad: desde el prematuro tardío (menor de 37 semanas hasta las 32 semanas) hasta el prematuro extremo, que nacen antes de las 28 semanas y suelen pesar menos de 1000 gramos. En estos últimos el riesgo de desarrollar trastornos neurológicos se estima entre 5 % y 10 %.

Para reducir los partos prematuros, los pediatras recomiendan controles prenatales regulares por el médico ginecoobstetra, una alimentación saludable, evitar el consumo de tabaco y alcohol, entre otras. Detectar riesgos y enfermedades a tiempo será muy importante. Asimismo, enfatizan la importancia del seguimiento médico continuo para los bebés que nacieron antes de tiempo, ya que la detección temprana de alteraciones en su desarrollo puede marcar la diferencia entre una discapacidad y una vida saludable.

Cabe señalar que actualmente existen dificultades para garantizar la disponibilidad de insumos esenciales para la nutrición parenteral, una forma de alimentación intravenosa que proporciona a los bebés prematuros los nutrientes que no pueden procesar por su sistema digestivo inmaduro. Esta situación pone en riesgo su estabilidad y desarrollo, por lo que resulta urgente que las autoridades aseguren un abastecimiento continuo y adecuado.

El Día Mundial de la Prematuridad nos recuerda que la atención de calidad y la implementación de políticas efectivas no pueden esperar. En el Perú, la aprobación del reglamento pendiente sería un paso decisivo para garantizar el derecho a la vida y salud de miles de recién nacidos que cada año enfrentan el desafío de llegar al mundo antes de tiempo.