Lima.- En 2020, a medida que el mundo entraba en confinamiento por la pandemia, los consumidores cambiaban sus hábitos de compra a favor de los pagos sin contacto y las compras en línea. Con las tiendas cerradas y la distancia social ya impuesta, los comerciantes y minoristas en todo el mundo trasladaron sus negocios al ecosistema digital, adoptando el comercio electrónico y explorando nuevas formas de pago. Pasado ya más de un año, una investigación de Mastercard muestra que la adopción de las nuevas tecnologías de pago sigue en aumento, así como también el apetito del consumidor por nuevas experiencias digitales que sean rápidas y flexibles. Así, el 79% de encuestados de la región LAC, y el 81% en el Perú, aseguró que compraría más en pequeñas empresas si es que estas ofrecieran mayores opciones de pago.
Según el nuevo informe Mastercard New Payments Index realizado en 18 mercados de todo el mundo, muestra que el 93% de las personas se plantean usar al menos un método de pago emergente. Específicamente dentro de la región de América Latina, el 83% de las personas se plantea usar al menos un método de pago emergente–como las criptomonedas, la biométrica, las tarjetas sin contacto o el código QR, en el próximo año (82% en Perú). Casi dos tercios de los encuestados en la región (65%) confirman que ya han probado un nuevo método de pago, cosa que no habrían hecho en circunstancias normales, comparado al 63% reflejado globalmente. Pero la pandemia ha impulsado a las personas a probar nuevas opciones de pago flexibles para obtener lo que quieran, cuando quieran.
Con este interés y esta demanda por parte de los consumidores, también surge una mayor expectativa de que las empresas proporcionen múltiples maneras de comprar y pagar. De hecho, más de la mitad de los consumidores en América Latina (59%) afirma que evitarían las empresas que no aceptaran pagos electrónicos de ningún tipo. Este porcentaje de recelo ante la falta de medios de pago electrónicos se mantiene en el mercado peruano, y, además, el 84% de los consumidores en el Perú esperan poder comprar lo que quieren cuando quieren y cómo quieren. Por otro lado, el 94% de los consumidores peruanos ya tiene acceso a más formas de pagar en comparación con esta época del año pasado y el 79% de ellos son más leales a los comercios que ofrecen múltiples opciones de pago.
Cabe destacar que son precisamente los países en desarrollo los más propensos a encontrar opciones de pago omnicanal en sus pequeñas empresas nacionales. Esto, a su vez, se refleja en un 81% de consumidores en toda la región satisfechos con la posibilidad de poder comprar en pequeños negocios locales que, ahora, tienen presencia en línea. Factor que toma mucha relevancia frente al hecho de que un 77% de ellos tiende a comprobar múltiples fuentes antes de hacer su compra final.
Por otro lado, la seguridad y el cuidado personales también tomaron una posición de valor frente a una creciente preocupación por la coyuntura actual. De esta forma, nuevas formas de pago también emergieron a lo largo del último año como alternativa en todo LAC, con 84% de los consumidores en la región utilizando por primera vez alguna nueva en el último año. En el Perú, fueron estas las que mayor impacto tuvieron:
- 43% pagó con una tarjeta sin contacto
- 33% pagó haciendo uso de un servicio de transferencia de dinero digital
- 45% pagó utilizando una billetera móvil o digital
- 30% pagó a través de códigos QR
- 19% pagó en cuotas
- 20% pagó a través de funciones de pago móviles con SMS
- 11% pagó con criptomonedas
- 10% pagó verificando su información con checkouts biométricos
- 10% pagó haciendo uso de la tecnología de “tap and pay” disponible en sus wearables
“La omnicanalidad en los servicios y medios de pago permite que los comercios diversifiquen su oferta de valor hacia sus consumidores, permitiéndoles tener un mayor alcance y seguridad personal en un mundo cada vez más digitalizado y en el cual la disminución del contacto físico en el máximo posible se ha vuelto de gran relevancia para la salud pública. Por ello, desde Mastercard buscamos potenciar la omnicanalidad en las pequeñas y medianas empresas, así como en todos nuestros comercios aliados, para facilitar su transición a la virtualidad y ayudarlos a mantenerse a flote a través de la tecnología”, comentó Gianfranco Polastri, Gerente General de Mastercard para Perú y Bolivia.
Además, en el Perú en específico, las preocupaciones de seguridad son lo más importante a la hora de probar nuevos métodos de pago, aunque la mayoría solo necesitan garantías de que son seguros para proceder. El 84% busca que las opciones de pago que ofrece el comerciante sean seguras. Mientras que el 64% dice que las preocupaciones porque se vea afectada la seguridad de sus datos han sido una de las razones para no probar nuevos métodos de pago.
No obstante, a diferencia de LAC en general, donde el efectivo (63%) se posiciona como la tercera opción de pago más segura, en el Perú ni siquiera alcanza el top 3; siendo los tres principales métodos de pago percibidos como seguros en el Perú los servicios de transferencia de dinero digitales (70%), las tarjetas principalmente de uso digital (como tarjetas virtuales o con NFC) (66%) y las tarjetas para insertar (65%). Así, el 56% de los encuestados en Latinoamérica y el Caribe, y el 60% en el Perú, asegura que las formas digitales de pago son más seguras que el efectivo. Por ello, es imperativo que se siga fortaleciendo la confianza en los consumidores para implementar nuevos métodos de pago.
También, los consumidores valoran el aumento de la comodidad y el ahorro de tiempo: el 45% de los encuestados peruanos está abierto a compartir su información con instituciones financieras si les ayuda a proporcionar una experiencia más personalizada; y el 70% de los consumidores dice que ahorrar tiempo es una razón para probar un nuevo método de pago.
Casi el 90% de las transacciones en persona a nivel mundial, se realizan en comerciantes que tienen habilitada la tecnología sin contacto. Así, posicionándose cada vez más cómo el futuro de los pagos en el Perú, LAC y el mundo, la omnicanalidad está progresando a gran velocidad dentro de nuestro país y región, por lo que es de suma importancia continuar promoviendo la educación financiera, la bancarización, la digitalización y la inclusión en la mayor cantidad posible de la población.