Todos sabemos la importancia de que los niños coman verduras para que crezcan fuertes y sanos. Son esenciales para su desarrollo y para prevenir una serie de enfermedades ya que son fuente inagotable de vitaminas, minerales, antioxidantes y micronutrientes.
Por ello, es fundamental que los padres les enseñen a sus hijos a consumir estos alimentos desde pequeños. ¿Cómo? La nutricionista María Teresa Zumarán, de la Clínica Ricardo Palma, brinda algunas recomendaciones al respecto:
- Los niños aprenden por imitación, enseñe con el ejemplo. Explique a su hijo los beneficios de incluir verduras en la alimentación diaria: dígale que lo ayudarán a prevenir afecciones cardiovasculares, degenerativas, cáncer, estreñimiento, sobrepeso, colesterol alto, entre otras dolencias.
- Siempre tenga un plato de ensalada de diferentes colores en el almuerzo y cena. Guarde en su refrigerador, un recipiente transparente de verduras lavadas y cortadas para que su niño pueda comerlas cuando guste.
- Haga participar a su pequeño en las compras. Cuando vaya al mercado, empiece por el área de verduras y juntos escojan las que más les gusten. Un estudio realizado por la Universidad de Granada, en España, revela que permitir a un niño seleccionar las verduras que va a comer incrementa hasta un 80% el consumo de estos alimentos.
- Tenga en casa una huerta o macetas donde pueda cultivar alguna verdura o hierba aromática y luego preparen juntos una receta. Así no solo pasarán un momento agradable, también verá como algo natural incluir verduras en su dieta diaria. Trate de presentar el plato en forma divertida. Saque ideas de internet.
- Incluya verduras en el desayuno en forma de panqueques (espinaca, zanahoria, betarraga, etc.), avena (zapallo loche o zanahoria rallada), huevos revueltos (espinaca, tomate, acelga, pimiento, lechuga, brócoli, entre otras).
Cuando usted enseña a su hijo a comer verduras está cuidando su salud y lo está ayudando a adquirir un hábito saludable para toda su vida.