Con su próxima generación de automóviles eléctricos puros, Volvo Cars tiene como objetivo ofrecer a los clientes una mayor autonomía, una carga más rápida, menores costos, y lograr nuevos puntos de referencia en seguridad y sostenibilidad automotriz. Para hacer realidad estas ambiciones, Volvo Cars invertirá 10 mil millones de coronas suecas en su planta de Torslanda en Suecia en los próximos años.

Como parte de las inversiones planificadas, la compañía introducirá una serie de tecnologías nuevas y más sostenibles en sus procesos de fabricación. Estos incluyen la introducción de mega fundición de piezas de aluminio, una nueva planta de ensamblaje de baterías y tiendas de pintura y ensamblaje final completamente renovadas.

«Con estas inversiones, damos un paso importante para nuestro futuro totalmente eléctrico y nos preparamos para Volvos eléctricos aún más avanzados y mejores», dijo Håkan Samuelsson, director ejecutivo de Volvo Cars. «Torslanda es nuestra fábrica más grande y jugará un papel crucial en nuestra transformación en curso a medida que avanzamos para convertirnos en un fabricante de automóviles 100% eléctricos en 2030».

Las inversiones siguen a un reciente anuncio de Volvo Cars y Northvolt, la compañía líder de baterías, de invertir 30 mil millones de coronas suecas en el desarrollo y fabricación de baterías de alta calidad adaptadas a la próxima generación de modelos eléctricos de Volvo.

Ambos planes de inversión representan nuevos pasos para la ambición de Volvo Cars de ser una compañía de automóviles 100% eléctricos en 2030 y reflejan el compromiso de la compañía con un futuro a largo plazo en su ciudad natal de Gotemburgo.

La introducción de la mega fundición de piezas de aluminio para la próxima generación de modelos eléctricos de Volvo es el cambio más significativo implementado como parte del paquete de inversión. La mega fundición crea una serie de beneficios de sostenibilidad, costo y rendimiento durante la vida útil de los automóviles, y Volvo Cars es uno de los primeros fabricantes de automóviles en invertir en este proceso.

Fundar las partes principales de la estructura del piso del automóvil como una sola pieza de aluminio reduce el peso, lo que mejora la eficiencia energética y, por lo tanto, la autonomía eléctrica del automóvil. Esto también permite a los diseñadores de Volvo utilizar de manera optimizada el espacio disponible dentro de la cabina y el área de equipaje, aumentando la versatilidad general del vehículo.

Otros beneficios de la mega fundición incluyen la reducción de la complejidad en el proceso de fabricación. Esto, a su vez, crea ahorros de costos en términos de uso de materiales y logística, reduciendo la huella ambiental global en las redes de fabricación y cadena de suministro.

La actualización del área de pintura implica la instalación de nuevas máquinas y la implementación de nuevos procesos, que deben apoyar la reducción continua del consumo de energía y las emisiones.

Una nueva planta de ensamblaje de baterías integrará celdas y módulos de batería en la estructura del piso del automóvil, mientras que el área de montaje se está renovando para el alojamiento de automóviles totalmente eléctricos de próxima generación, por ejemplo, con un nuevo «punto de boda» donde la parte superior del cuerpo y el piso del automóvil se encuentran por primera vez.

También se reformarán las áreas logísticas, mejorando el flujo de materiales y optimizando el transporte de mercancías y piezas hasta la planta. La compañía también invertirá en instalaciones alrededor de la planta, como áreas de descanso, vestuarios y oficinas, que mejoran aún más el ambiente de trabajo para todos los empleados.

«Hoy es un gran día para la planta de Torslanda, ya que la estamos adaptando para el futuro con este paquete de inversión», dijo Javier Varela, jefe de ingeniería y operaciones de Volvo Cars. «Nuestro futuro como compañía es totalmente eléctrico y esto requiere una variedad de actualizaciones en toda la planta para garantizar que Torslanda pueda continuar construyendo autos eléctricos premium de la más alta calidad».

La planta de Torslanda tiene una capacidad de producción anual de 300.000 automóviles y es una de las instalaciones de fabricación más antiguas de Volvo Cars. Fue inaugurada en abril de 1964 por el rey sueco Gustavo VI Adolfo y fue durante mucho tiempo el lugar de trabajo más grande del país. Actualmente, la planta de Torslanda opera en tres turnos y emplea a unas 6.500 personas.